Un Mundo Entre Nosotros ⋋SPARTOR⋌

°06°

-¡Maldición!- Grita dándole un golpe a la mesa comenzando a caminar en círculos nervioso, el chófer que acompañaba al pelinegro se mantiene de pie al otro lado del escritorio, observando a su jefe con nervíosísmo.

-Lo siento, creí que si lo esperaba me agarrarían a mí también- Se excusa y bajar la mirada al suelo temiendo lo peor, más la levanta en cuanto el contrario dice:

-No te preocupes, hiciste lo correcto- Hace un ademán con la mano sin dejar de caminar en circulos y observar el suelo pensativo -Hubiera perdido a dos, mejor perder solo a uno. El problema... Es si David nos traiciona- Dice alterado y detiene su caminar para ver directamente al chófer, este lo mira temiendo a que lo asesine con la mirada.

-Es muy seguro que lo interroguen, y David... Se aliará con el que más le beneficie...- Apenas dice cuando vuelve a bajar la mirada al escuchar el manotazo del pelirrojo.

-¡¿Crees que no lo sé?! Justo eso es lo que temo, ¡Que el maldito idiota valla de soplon! Eso es lo que temo..- Pasa una mano por su rostro tratando de calmarse, segundo acto posa sus manos sobre la mesa recargandose en esta. Sube la mirada hacia él, viéndolo directamente.

-¿Lo silencio?- Cuestiona, el contrario niega con la cabeza y baja la mirada pensativo.

-Aún así, lo interrogarán en cuanto llegue a la comisaría- Dice y regresa la mirada al de enfrente -Pero sí, hazlo. Por si intenta traicionarnos o lo llega a hacer, hay que mandarle un mensaje- Esboza una sonrisa y se encamina al chófer que sonríe de lado por su idea. Posa sus manos sobre sus hombros -Te confío este trabajo, no me falles- Amenaza con una sonrisa y voz amable, el contrario mantiene su media sonrisa mientras observa directamente los ojos miel de su jefe.

-Por su puesto que no, señor-

(...)

-Entonces, ¿Piensas decir algo?- Cuestiona parada frente a la mesa dónde el chico de ojos grises está sentado al otro lado de esta y recarga sus brazos en ella con las manos esposadas junto a los pies. La pelinegra lo observa con atención, como si buscara las respuestas a sus preguntas en su expresión, expresión que era una irritada y furiosa hacia la chica.

-Quiero ejercer mi derecho a un abogado- No dice nada más ya que dicha Agente le da una patada a la mesa, haciendo que suelte un brinco por el susto y la mira con los ojos sobreabiertos, sorprendido.

-¡Aún teniendo al mejor abogado del mundo no podrás evitar la cárcel!- Recarga una mano en la mesa para acercarse al pelinegro con una mirada desafiante -Y si trataras de comprar al juez, está más que claro que lo que más te falta a tí es dinero, aparte de cerebro- Suelta un risa sin gracia, pero su irritación sube ante la despreocupada expresión en el rostro del chico.

-Abogado- Cantorrea y ella se reincorpora de golpe por su respuesta, este suelta una risa. La pelinegra aún con el enojo corriendo por sus venas decide salir de ahí, pero antes de cruzar dicha puerta se detiene y queda de espaldas con el pelinegro.

Segundo acto, se regresa a él rápidamente y le da un golpe sobre su rostro. Los policías que estaban a los costados de la puerta como guardias, se alteran por la acción de la Agente Olliver.

-Eso es por el golpe que me diste- Masajea sus puños por el dolor y sale de ahí, el contrario la maldice mientras se sujeta el puente de su nariz para que este pare de sangrar, tal como la Agente Olliver hizo en el centro comercial.

-¡Están violando mis derechos!- La acusa, apesar de que esta ya haya salido del lugar y dejara la puerta abierta.

-¡Al diablo tus malditos derechos!- Le grita desde lejos y todos lo que estaban por la zona, se quedan confusos por dicha escena. El de ojos grises chasquea la lengua y sigue sujetándose la nariz.