'Pequeño pájaro cantor,Últimamente suenas como un búho chillón. Ese profesor tuyo tan parlanchín es inútil y la Reina debería pensar en contratar a uno nuevo, preferiblemente uno con sentido del oído. Si fuera yo, diría que le cortaran la cabeza. O algo así, en cualquier caso. He escrito escalas para que practiques; sigue las instrucciones tal como están escritas. A las 9 a. m. en punto, no te quedes dormido. Y no olvides destapar el espejo. Si no lo haces... bueno... ya sabes lo que pasa.
Suyo con anhelo,
~Red '
Chloe gimió al ver las hojas y hojas de escalas escritas a mano, cada una cuidadosamente guardada en un sobre descolorido de color arándano. Los garabatos torcidos le resultaron familiares mientras observaba los compases de notas agudas, mucho más agudas de lo que su propia maestra jamás se había atrevido a permitirle tocar. Eran las 8:45; tendría que empezar a practicar pronto.
-Sé que soy soprano, pero esto es ridículo -murmuró Chloe, saltando al oír un golpe sordo y profundo proveniente de algún lugar dentro de las paredes-. Sólo digo -se quejó sin dirigirse a nadie- que no hay necesidad de estar de mal humor por esto.
¡Golpe! ¡Golpe!
-Sí, sí, deja de tocar. Me voy. -Chloe recogió los papeles bajo el brazo, se puso de pie y se recogió los rizos sin pensar para quitárselos de la cara. En realidad, no sabía quién era «Red» , pero como nadie más había encontrado notas ni oído golpes alucinantes, supuso que se trataba de otra alucinación. Aun así, la constancia de la presencia de Red era un poco preocupante. La sombra la había acompañado desde que cayó por la madriguera del conejo.
Dejando las partituras en el atril, Chloe miró con cansancio el espejo cubierto. No se había olvidado de lo que había visto ayer, ya que el terror todavía estaba grabado en el fondo de su mente. ¿Era posible que ese misterioso espectro fuera Red ? ¿El mismo que había permanecido oculto toda su vida? Había estado recibiendo cartas como esa durante años, principalmente criticando su canto y ofreciéndole tutorías donde sus propios maestros fallaban. Red era una instructora excelente pero estricta, a la que le gustaba hablar a través de cartas y ofrendas de rosas cortadas. Chloe había aprendido mucho con su ayuda, ciertamente lo suficiente para quitarse de encima a su madre, pero ni una sola vez los había visto ni oído. Recién habían comenzado a firmar con el nombre "RED".
Sin embargo, todos estaban sellados con un sello de cera de arándano con un corazón en el medio.
Chloe no estaba dispuesta a pensar en ello por mucho más tiempo, así que se acercó al espejo y quitó la sábana para dejar al descubierto el cristal. Sin duda podría haberlo dejado cubierto, pero la advertencia un tanto siniestra de la carta provenía de su propia experiencia. Chloe quería ser terca (odiaba recibir órdenes, especialmente de alguien que no sabía si existía), pero también sabía que Red no estaba mintiendo. Los castigos siempre eran inofensivos, pero no quería despertarse y encontrar a otro sapo compartiendo su cama como la última vez. Chloe ni siquiera sabía de dónde había salido la cosa, solo que estaba empapada y no le gustaba estar en espacios cerrados.
Al correr las cortinas para que hubiera mejor iluminación, la mañana en Cinderellasburg era perfecta. Inclinada contra el cristal, Chloe anhelaba sentir la fría neblina matinal en su piel.
¡Golpe!
-Ya voy -se quejó a las paredes, frunciendo el ceño al oír que un fantasma le ordenaba que fuera a donde fuera-. Son tan impacientes.
Las paredes no respondieron, pero Chloe sintió que alguien le sacaba la lengua en algún lugar del vacío. Como hacía todas las mañanas, empezó a practicar justo cuando el reloj marcaba las nueve. Las escalas empezaron siendo sencillas, bastante fáciles, pero progresivamente se fueron haciendo más difíciles.
ESTÁS LEYENDO
Pequeños pájaros cantores azules... (en jaulas de plata dorada) [Glasshearts]
FanfictionDesde que cayó en una madriguera de conejo cuando era niña, un misterioso espectro rojo la observa. La acecha en sus sueños y permanece en sus pensamientos, pero siempre está ahí, fuera de su vista. Es producto de su imaginación... o eso cree ella. ...