Cap 10

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~JIMIN~

<<¿Acaso me había vuelto loco?-Pensé mientras devoraba la boca de Jeon Jungkook como un condenado.

Los labios de aquel hombre de cabello negro como la tinta eran tan suaves y exquisitos, que sentí como mis caderas empujaron inconscientemente contra las suyas.

Estaba excitado.

No tenía por qué sentirme avergonzado al respecto. Mi doctor me lo advirtió. Los donceles embarazados eran un torbellino de hormonas insaciables.

Habían sido innumerables las veces que desperté con la insana necesidad de frotarme contra mis almohadas como un adolescente cachondo.

Incluso compré en línea un par de juguetes para aliviarme un poco, pero estos apenas conseguían apaciguar el fuego en mis entrañas.

Necesitaba a un hombre de carne y hueso dentro de mí, haciendo todo el trabajo.

Cuando me separé de Jungkook, mis manos fueron a parar a sus pantalones. Agarré la hebilla de estos y la desabroché con desesperación.

Jungkook permaneció de pie y en silencio, permitiéndome tocarlo como si fuera la última cena de un hombre condenado a muerte.

-No he tenido sexo en más de un año confesé, mientras desabrochaba el botón de sus pantalones y bajaba la bragueta.

Él sonrió encantado.

-No sabes cuánto me alegra escuchar eso -dijo, para, posteriormente, quitarme la camisa del pijama, revelando mi enorme vientre.

Temblaba por la anticipación, pero, ¿quién podía culparme por sentirme así por alguien como Jeon Jungkook? Él era el tipo de hombre que hacía dudar de su sexualidad, incluso al más hetero.

Mis manos acariciaron sus pectorales sobre la camisa con cuello de tortuga que llevaba.

<<Oh, cielos, sé que me arrepentiré más tarde, pero que sea el jimin del futuro quien cargue con la culpa. Mi yo del presente necesita la polla de ese idiota engreído, tanto que es doloroso».

-Vamos a la cama -dijo él, y, tomándome de la mano, me pidió que nos guiara.

Vergonzosamente de prisa, lo arrastré hasta mi habitación.

Las sábanas se encontraban esparcidas por todas partes, era obvio que no esperaba visitas.

Las manos de Jungkook se posaron sobre mi espalda baja con respeto, lo que me hizo sentir particularmente apreciado.

Era deseado.

Eso despertó mil bombillas en mi interior.

Me quité los pantalones de mi pijama junto a mi ropa interior. Él terminó de quitarse la ropa como el bastardo presumido que era.

La dureza que se balanceó todo su camino hasta mí, depositándome en la cama con sumo cuidado, era un claro indicador de que ambos ansiábamos hacerlo.

Su tamaño era impresionante.

Definitivamente, entraría a mi top tres de las mejores pollas que había visto en mi vida.

Jungkook tomó una de las almohadas junto a mí y la colocó bajo mis caderas. Sonreí ante su dedicación. Era obvio que deseaba que esta amortiguara sus embestidas.

Busqué en mi mesita de noche un bote de lubricante a medio usar y una tira de condones tan viejos que probablemente ya habían caducado.

-¿Estás limpio? -pregunté, mostrándole la lamentable tira de preservativos que alguna vez utilicé con mi ex-esposo. Ni siquiera sé por qué aún conservo esa mierda.

Jungkook acarició mi rostro con una mirada tan íntima en sus ojos, que por un instante olvidé el origen de nuestro encuentro.

¿Este era el mismo hombre que irrumpió en mi oficina demandándome formar parte de la vida de mi hijo?

Justo ahora solo podía ver a una persona extremadamente atractiva que estaba dispuesta a hacerse cargo de mí.

Más bien, alguien dispuesto a hacerse cargo de una de mis necesidades más primitivas.

-Te puedo asegurar que estoy limpio -dijo seriamente-. Me hago la prueba una vez cada tres meses por pura rutina.

-¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo? -pregunté curioso. Era lo justo, yo le confesé el tiempo que había pasado por mi parte.

-Bueno, se podría decir que he estado en abstinencia incluso desde antes de terminar mi última relación.

-Comprendo -comenté con una sonrisa divertida-. Supongo que has estado investigando el asunto de cómo coger correctamente con una persona embarazada.

-Ya cierra la boca, estás arruinando el momento -rio entre dientes.

Y así lo hice.

<<<Mucha charla y poca acción».

Sus manos fuertes y varoniles acariciaron mi piel con lentitud. Él parecía deleitarse con el calor que irradiaba.

Yo empezaba a sentirme embriagado con la sensación de su cuerpo junto al mío. Estaba claro que planeaba tomarse su tiempo para hacerme sentir cálido y seguro. Pero eso estaba lejos de ser algo con lo que deseaba lidiar justo ahora.

No me encontraba en búsca de una relación romántica, o incluso afectiva. Pero pronto, mis pensamientos se vieron perturbados  a causa de un beso que no me esperaba.

Sus labios capturaron los míos con maestría. Su lengua exploró mi boca como si le perteneciera. Podía sentir como una de sus manos se deslizó a través de mi pierna hasta llegar a mi trasero, apretando una de las mejillas redondas con posesividad.

Sonreí orgulloso en medio del beso más caliente que había tenido en mi vida. Mi trasero era uno de mis mejores atributos físicos.

Muchos estaban de acuerdo conmigo, y al parecer, Jungkook opinaba lo mismo, por la manera en la que su mano caliente atrapó la segunda mejilla con saña. Lo más probable es que ahora tuviera la marca de sus  dedos en ellas.

Si tuviera que definir la experiencia en dos palabras, estas serían: «reveladoray satisfactoria».

Jungkook cuidó cada detalle de nuestro encuentro. Manteniendo un ritmo seguro y constante a pesar de que probablemente me escuchaba como una gata en celo, retorciéndome bajo su cuerpo, mientras suplicaba que me follara hasta la inconsciencia.

Apenas puedo recordar todo lo que dije.

Pero eso es bueno.

Yo fui el primero en conseguir su liberación.

Jungkook atendió mi dureza con su mano mientras entraba y salía de mi cuerpo sin perder el ritmo que marcó desde que encontró mi punto dulce.

El señor Jeon  era un amante multifuncional.

Me gusta.

Le doy cinco estrellas de cinco.

Excelente servicio.

Cuando llegó el momento de su clímax, él se derramó sobre mi vientre bajo. Aquello fue extremadamente considerado de su parte, teniendo en cuenta que me tomaría mucho tiempo y esfuerzo asearme correctamente antes de ir al trabajo. Además, desde siempre, evité que los colegas con los que compartía la cama se corrieran en mi interior, y no solo por evitar un potencial embarazo no deseado, sino, porque solía enfermarme del estómago cada vez que un idiota no conseguía dominar su "pull out game"*.

Jungkook cayó a mi costado; agotado y satisfecho.

Sus ojos grises irradiaban felicidad, así que ya había llegado la hora de que el jimin del futuro comenzara a sentirse culpable por culpable por utilizarlo de esa manera.

🎀Holaaa,otro cap más, recuerden dejar 🌟, espero les guste🎀

Donante por accidente Donde viven las historias. Descúbrelo ahora