EL LAGRIMAL

35 3 0
                                    

Capítulo 4: El Lagrimal, la historia de Riben Altramus.

En el suroeste de la imponente ciudad de Carmín, más allá del vasto y enigmático Océano de Sangre, cuyas olas rojas susurran secretos a la orilla del desconocido, se erige un bastión legendario. A tres semanas de distancia, donde la ignorancia y la sabiduría se encuentran, se alza el Bastión del Conocimiento. Esta fortaleza de antigua sabiduría, custodia los misterios del pasado y desafía a los valientes a descubrir la verdad que yace en su interior.

Dentro de los venerables muros del Bastión del Conocimiento, yace la historia del mundo y del reino. En este lugar sagrado, los más grandes sabios del reino buscan la verdad y comparten su sabiduría. El anhelo de conocimiento lleva a muchos a renunciar a sus vidas de nobleza, riquezas y poder, pues la esencia del mundo y su construcción se basan en el conocimiento y la sabiduría. Muchos acuden a este lugar con el fin de aprender y descubrir los secretos del mundo.

Entre ellos, llegó un joven llamado Riben Altramus, miembro de una de las ilustres Casas nobles del Oeste del reino, cuyo símbolo es la corona de espinas. Su padre, Lord Ribal Altramus, es el Lord General de la región de Aluritia, tierras que han permanecido en paz y sin conflictos con sus vecinas desde los tiempos de guerra. La Casa de Altramus ha demostró su lealtad a la corona y al rey regente, quienes les otorgaron la región de Aluritia en honor a su valentía en la batalla de las tierras del sol. La historia de su casa ha sido inmortalizada en canciones y libros escritos por los sabios del Bastión del Conocimiento, y ahora, Riben busca sumergirse en la sabiduría que se esconde en estos muros.

Riben, un joven de altura desgarbada y mirada curiosa, se acercó al Bastión del Conocimiento con una mezcla de emoción y nerviosismo. Sabía que para entrar en este lugar sagrado, debía cumplir con la tarea de crear el papel para los nuevos y futuros escritos de los sabios. Con sus manos torpes pero ansiosas, comenzó a trabajar en la papelera, mezclando pulpa de plantas y agua en un gran recipiente.

Mientras trabajaba, su mente divagaba pensando en los secretos que se escondían dentro del Bastión. ¿Qué sabiduría contenían los libros que se escribirían en el papel que él estaba creando? ¿Qué misterios se revelarían a los sabios que lo utilizarían? La curiosidad de Riben crecía con cada pasada del tiempo, y su determinación de entrar en el Bastión se fortalecía.

Finalmente, después de horas de trabajo, el papel estuvo listo. Riben lo secó con cuidado y lo cortó en hojas perfectas. Con una sonrisa de orgullo, las entregó al guardián del Bastión, quien las aceptó con un gesto de aprobación.

"Ahora, joven Riben", dijo el guardián con una sonrisa sabia, "estás un paso más cerca de entrar en el Bastión del Conocimiento. Pero recuerda, la sabiduría no se encuentra solo en los libros, sino también en la observación, la reflexión y la perseverancia". Dentro de la gigante fortaleza construida en las montañas rocosas de la isla del Cáliz, se encuentra el más grande "Scriptarium" del mundo.
El Scriptarium era el corazón del Bastión del Conocimiento, un lugar sagrado donde la sabiduría y el conocimiento se cultivaban con dedicación y pasión. La sala amplia y luminosa estaba revestida de estanterías de madera oscura, que se elevaban hasta el techo abovedado como gigantescos brazos que protegían los tesoros del saber. Las estanterías estaban repletas de rollos de pergamino amarillentos, libros encuadernados en cuero repujado y manuscritos iluminados con intrincados dibujos, que parecían contener los secretos del mundo.
El aire estaba impregnado del olor a tinta, pergamino y papel, y la luz suave que entraba por las ventanas altas iluminaba el espacio con una calidez acogedora, como si el propio sol se hubiera detenido para observar el trabajo de los sabios. En el centro de la sala, una gran mesa de madera oscura se extendía, cubierta de textos y documentos, donde Riben y los otros sabios trabajaban con dedicación, sumergidos en un mar de conocimiento.
Los escribas copiaban textos antiguos con plumas de ganso, sus manos moviéndose con precisión y cuidado, mientras que los estudiosos reflexionaban sobre los misterios del universo, sus mentes viajando a través de los siglos. En un rincón, una gran chimenea de piedra se elevaba, donde crepitaba un fuego suave, calentando la sala y creando un ambiente de tranquilidad, como si el propio tiempo se hubiera detenido en este lugar sagrado.

LA GUERRA INTERMINABLE: LAS TIERRAS DE LAS TORMENTAS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora