capitulo 74

31 4 2
                                    

Rin estaba totalmente molesta, se iba a ir a su habitación pero su madre la detuvo

- ¡ Que te sientes de un vez ! -

Se sentó a un lado de Kaled, el que no se inmutaba ante la situación mientras comía lo que acababan de servirle.

- Rin, te dije que vamos a tener nuevas reglas aquí -

- Y cuáles son esas reglas que dices -

- Tendras un guardaespaldas, te acompañará a todos lados cuando salgas y se fijará que no hagas nada que no debas y de ser así tiene que avisarme, y no va a ser tu chófer ese, Fred se va a encargar de eso -

El asintió

- Eso es necesario -

- Claro que lo es, tengo que tenerte vigilanda no vaya a ser que hagas algo imprudente, la única vez que podrás salir sola es cuando salgas con Kaled -

El la volteo a ver sorprendido.

- Mamá nohara de verdad está segura de esto -

- Claro, confío plenamente en ti Kaled -

Rin hizo un gesto que su madre reprocho.

- Que te he dicho cuida  tus modales eres una dama, renovaremos tu closet, y practicaras  danza y música -

- Sabes bien que no puedo hacer eso, estoy en mi curso de enfermería -

- Cierto, una perdida de tiempo no tienes talento alguno, bien como no quiero discutir eso ahora, te dejare, pero irás los fines de semana y en las noches no me interesa si no duermes quiero que seas la mejor en todo oíste -

Ella asintió.

- De paso te mandaré al gimnasio o a hacer algo de ejercicio porque ya te hace falta, ya estás pasada de peso, te quita lo linda y no queremos eso, no puedes ser tonta,fea y una cerda  -

( Mentira amigos todos son bellos, es puro drama )

Rin bajo la cabeza y mordió su labio conteniendo las lágrimas.

Edgar miraba desde la cocina, apretó el puño queriendo ir a gritarle, sin embargo no podía, necesitaba el trabajo más que nunca y tener problemas con ella no le convenía.

- No llores, no seas ridícula - La miro con desdén.

Era la primera vez en tanto tiempo que Rin se sentía tan miserable.

- Vete ya a tu habitación, porque mañana empezaras con esa rutina -

Rin se levantó sin levantar la cabeza en ningún momento y fue a su habitación.

Llegó y se acostó en su cama ocultando su cara en una almohada mientras lloraba.

Edgar llegó a su habitación tocó la puerta y luego entro, se acercó a ella acaricio su cabello mientras ella lloraba.

- Porque tiene que ser así siempre -

- Ya la conoce -

- Te juro que me hace sentir tan mal, tan insuficiente -

- Lo se, pero usted sabe que no es nada de lo que le dijo -

- Aveces lo dudo mucho, quizá tiene razón y no soy tan buena para nada -

- Claro que no, tiene talento y tiene las ganas que nadie se las quite, viva como usted quiera y que no le importen los demás, ellos están de más -

- Es tan fácil para ti decirlo -

Mi verdadera fortunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora