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Fortaleza roja.

[ Nacimiento ]

" Es nuestro tesoro. "

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Esta... es la historia de mi muerte...

¡Pero tranquilos! en realidad es una historia muy divertida y un poco tensa. Si les soy sincero, ni siquiera es mía.

Esta es la historia de una hermosa chica llamada Visenya.

Y todo comienza con una tormenta.

Hace muchos años, en el día en el que el primer vástago de la heredera al trono nació, fue la noche más fría y tormentosa.

El viento soplaba con fiereza causando un ligero silbido escalofriante al oído, la lluvia caía en torrenciales contra el suelo rocoso y los rayos iluminaban el oscuro cielo a la vez en que el sonido de los truenos retumbaban por los pasillos del castillo. Una tormenta nunca antes vista en el reino, justo en el día del parto de la princesa.

Rhaenyra tomó aire y pujo apretando las suaves cobijas de pelaje debajo de su cuerpo, respirando de manera agitada y con una capa de sudor cubriendo todo su cuerpo.

—Usted puede mi princesa, ya casi —alentaba con preocupación la criada a su lado ante sus gritos de dolor.

La mencionada gruño dejando caer su cabeza hacia atrás.

—No puedo, no puedo —susurro tratando de recuperar el aliento.

—Si puedes Rhaenyra —su esposo Laenor sujeto su mano con firmeza, siendo correspondido de inmediato por la joven—. Tranquila.

—¿Tranquila? —Nyra pregunto con incredulidad— ¡claro! ¡como tú no estás dando a luz!

Laenor hizo una pequeña mueca divertida dándole la razón en silencio. Rhaenyra reunio todas sus fuerzas y pujo casi sintiendo como estaba apunto de desmayarse debido al dolor, apretó sus dientes con fuerza y gruño con coraje casi desgarrándose la garganta. El maestre la alentaba esperando la llegada del pequeño al igual que las criadas quienes iban de un lado a otro por la habitación trayendo toallas y agua limpia para la mujer. No sabía cuánto tiempo llevaba pujando pero si sabía que era el suficiente como para acabar con todas sus fuerzas. Se sentía débil, adolorida y apunto de quedarse dormida.

Pero sobre todo, el miedo de que le pasara lo mismo que a su querida y difunta madre, morir en el parto junto a su pequeño.

Aquel sentimiento se había instalado en su pecho desde que le dieron la noticia de que había quedado en cinta justo después de su boda con el Velaryon, unas cuantas lunas después, cuando el parto estaba cada vez más cerca, la ansiedad la empezó a consumir provocando noches de insomnio en dónde sobrepensaba el tema con un terrible terror y constantes pesadillas en las que no salía con vida.

Sus piernas flaquearon al igual que todo su cuerpo se estremeció ante su último grito —insultando a una de las criadas en un intento por desahogarse— y con este fue acompañado un lloriqueo infantil junto a un estruendo debido a la tormenta.

La habitación se iluminó de un tono azulado gracias al rayo, haciendo contraste con los tonos naranjas y cálidos dados por las velas justo en el momento en el que la imagen de una pequeña bebé aparecía frente a Rhaenyra.

▬▬▬ 𝐑𝐄𝐖𝐑𝐈𝐓𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐒 | 𝐇𝐎𝐓𝐃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora