Capítulo 4

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Empezó a mover frenéticamente la punta de su zapato, haciéndola temblar. Sus codos se encontraban rígidos sobre la mesa. Entrelazó sus manos y ocultó su naríz y boca en ellos.

Miraba fijamente la puerta frente a ella en el lugar tan obscuro y vacío. Sus púas rosadas hacían que resaltara en los tonos grises de los muros.

Llevaba un buen tiempo en espera de nuevas noticias de la señora Harper, su superiora. Sin aviso previo la puerta se abrió de par en par. Dejando al descubierto a dos figuras ingresando. El pequeño zorro con pelaje amarillento y el equidna color rojizo, ambos muy bien vestidos con trajes elegantes y sofisticadas corbatas.

Se sorprendió al verlos, al igual que ellos a ella, ingresaron más adentro y se sentaron en los dos asientos restantes, detrás de ellos ingreso Harper, una coneja con un vestido lila.

—Muchas gracias por haber venido a tiempo, Amy, siento que hayas tenido que posponer algunas cosas —comentó cerrando la puerta detrás de ella.

—No hay problema alguno, señora —respondió viendo de reojo a sus dos acompañantes, pareciéndole raro que estén ambos ahí.

—Me parece que ya conoces a Miles y Knuckles. ¿No? —preguntó.

—Sí, bueno, ya nos conociamos; Knuckles como su tarea de conductor y Miles dando instrucciones desde la línea. —Adaptó una postura más suelta.

—Claro, trabajaron juntos en la intercepción de esto. —Sacó de su bolsillo el pequeño pendrive, sosteniendolo entre sus dedos.

—Sí, es cierto —respondió Knuckles, tratando de encajar en la conversación que claramente lo involucraba.

Harper sacó de otro de sus bolsillos un pequeño control. Presionó un botón que hizo bajar un monitor del techo. Encendido mostrando una pantalla negra con códigos verdes en ella.

—Logramos entrar al pendrive, nos costó mucho, pero el esfuerzo valió la pena. —Con otro presionar cambió la pantalla a una imagen de una mansión tomada desde una cámara de celular, y al lado de la misma una lémur.

—¿Esa es...?

—Casa de la multimillonaria Missy Sparks.

Los ojos de Amy se abrieron cómo platos, era aquella lémur que había visto en la subasta hace dos días. Ella también quería tener los jarrones. Lo que más llamó su atención fue su apellido, le sonaba familiar de algún lado. Sparks, Sparks, pensaba tratando de recordar entre tantos apellidos que había memorizado en años.

—Ella también quería obtener los jarrones —añadió Amy, observando la imagen.

—¿Era ella de quién tenías una "corazonada"? —preguntó Miles recordando la situación de anteayer.

—¿Me estoy perdiendo de algo? —preguntó Harper cruzándose de brazos al no entender nada.

—Tenia cierto presentimiento de qué ella fuera parte de Espectro, por su insistencia en aquellos jarrones. —Luego de mencionarlo chasqueó los dedos al recordar información importante—. Sparks, por supuesto ¿Es pariente de Bethania Sparks?

—Sí, su hermana menor, pero, no puedes sacar conclusiones tan apresuradas Corinne. Tienes que tener fuentes válidas y no dejarte llevar.

—Lo siento —susurró sintiéndose avergonzada.

—Missy Sparks realizará una gran fiesta por su cumpleaños que será en dos semanas. Espectro estará ahí en definitiva. Tienen que estar ahí sí o sí, Miles, tú apoyarás en las computadoras para darles pase y entrada a las instalaciones; Knuckles, tú te encargas de la corta distancia, y Amy, en este caso necesito que ataques a larga distancia, ya lo sabes.

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