Adversarios | Sonamy

Capitulo 3

Llegó apresurado al lugar de encuentro de la cuadrilla, agarró fuertemente la bolsa de plástico que llevaba en su mano y entró por la puerta principal al oscuro lugar.

Al escuchar su llegada, los demás que charlaban en una habitación vacía caminaron hasta él.

—¡¿Donde se supone que estabas?! Llevábamos horas esperándote —reclamó la zorro con un tono de severidad.

—¡Las calles fueron bloqueadas! Otro intento de Baxter para tener la ciudad controlada, cómo si fuéramos sus pequeñas marionetas. —Caminó por el pasillo hasta llegar al sofá y tirar la bolsa de plástico—, es sopa en lata, si es que te gusta.

La zorro agarró con furia la bolsa encima del sofá tirándolo al otro lado de la habitación, escuchándose solamente el metal golpeando contra el suelo.

—¡¿Te parece que quiero sopa en lata?! Ese maldito de Baxter trata a todos cómo sus perros, ¡estoy cansada de comer este tipo de porquería!

—Pues ya no lo harás más, Iona. —Apareció el cobalto detrás de ellos, traía la mirada en el suelo y las manos en los bolsillos para guardar el calor—, será la última vez que Baxter nos trata cómo basura.

—Genio, los de Brien robaron el pendrive, si es que por arte de magia logran descifrarlo, irían a los mismos planes que nosotros.

—Vamos Scourge, ¿En serio vas a temerles a los rojos? No pensaba que fueras tan miedoso —se burló sentándose en el sofá.

—¿Cómo me llamaste? Aplastaría a los de Brien con una sola bala. Si es que hubiera sido yo quién iba por el pendrive, no hubiera dejado que quién lo robo se salga con la suya —increpó elevando su volumen de voz.

—Bien. —Se puso de pie bruscamente acomodando las púas de su cabeza desordenadas—. Entonces no será problema para ninguno de ustedes si realizan los robos con los de Brien pisandoles los talones. Pero quiero que estén listos para el primer encuentro.

—Gala, fiesta, con gente de la altísima sociedad y allegados de Baxter. —Se cruzó de brazos aburrida al escuchar una y otra vez el plan—, Fueron veinticinco las veces que repetiste eso en el día, azulito.

—Vitesse está emocionado, después de todo es su más grande logro, "la vengeance parfaite" —soltó el erizo azabache acercándose a ellos.

—Ese hipócrita de Baxter. Haré que él y todos los cunita de oro paguen muy caro por lo que hicieron —murmuró apretando sus puños con ira contenida.

—Cálmate Maurice, ya las cosas cambiaron, hay personas de la alta clase que no son cómo los demás —intervino el plateado.

—En eso te equivocas, todos son iguales. Obtienen todo lo que tienen por él y no hacen nada por quienes se mueren de hambre.

El plateado quiso decir algo más para acotar, pero su secreto tenía que permanecer y solo guardó silencio.

—Silver tiene razón en algo, sabes. Conocemos lo que pasó con tu hermano y todo su tema, pero creemos que debemos de avanzar más halla del rencor que tienes a los de alta sociedad.

—¿Qué les sucede? Si por ellos esque ustedes están aquí. Haré lo que tenga que hacer para que pierdan cada una de sus escandalosas joyas de cada uno de sus dedos. —Golpeó escandalosamente el sofá malgastado con la palma de sus manos.

Hubo un silencio en la habitación, sin pensarlo dos veces y sin mirar atrás, salió de la sala con dirección a la ventana. Sintió el frío recorrer su espalda con rapidez, la brisa del aire causaba paz en él. Saltó sobre la lámina de metal trepando hasta el techo.