Capitulo 5

92 9 5
                                    

Aunque estaba despierta parecía estar consumida en un gran transe observando detenidamente la tarjeta de presentación sobre su escritorio, las manos las traía cruzadas entre sí, sosteniendo su barbilla mientras las gotas de lluvia caigan en su ventana y feroces truenos sonaban en lo bajo.

Con detenimiento alzó la cartilla volteando los lados, dirigiéndose a su teléfono celular.

Dió un gran suspiró decidida a realizar la próxima llamada al número, colocándo cad carácter en la llamada, esperando la conexión.

Pensaba en lo que estaba apunto de hacer, no quería por nada la propuesta de trabajo de, ¿Vitesse? Un negocio grande con una dirección pequeña muchas veces termina en el fracaso, o al menos era lo que pensaba ella, según lo que investigó, su empresa fue heredada completamente de la mano de su hermano mayor, cómo suponía, no creía que un joven cómo Maurice consiguiera una empresa de envíos gigante de la noche a la mañana.

—Buenos días, se comunica con la secretaria de la dirección de Maguirr ¿Se le ofrece algo? —preguntó la voz del otro lado de la línea.

—Sí, mi nombre es Angeline René, llamo por la propuesta de...

—Ah, sí, la asistente, te comunicaré directo con el señor Vitesse —interrumpió al ya saber de su nombre, la llamada se puso en espera.

No tuvo que esperar mucho por la nueva recepción de la llamada, su mirada se posó sobre su sombrero puesto en el suelo, dejado ahí por la apuranza al momento de salir.

—¿Sí? ¿Diga? —preguntó la nueva voz masculina conectada.

—Soy Angeline René, señor Vitesse, le habló acerca de la propuesta de trabajo cómo asistente suya. —Se puso de pie agarrando el sombrero y colocándolo sobre el escritorio.

—Ah, Angeline, que gusto que hayas pensado en mi propuesta, si es que aceptarás ¿no? —preguntó con un tono mangoneador.

Amy hizo rodar sus ojos al escuchar su tono arrogante.

—Sí, claro que acepto, de otra manera estaría llamando solo para hacerle perder tiempo.

—Perfecto, usualmente las reuniones de este tipo se realizan después de las seis de la tarde. —Hizo una pausa.

Esto la inquietó, principalmente por el trabajo nocturno en el restaurante ese día, además de las investigaciones para Espectro.

—¿A partir de las seis de la tarde? —preguntó nuevamente.

—Sí, pero, me temo que no estaré disponible en esas horas, por una... reunión con los directivos —mencionó después de un breve silencio para encubrirse—. Si es posible esperaría que vinieras mañana a primera hora a mi oficina para empezar.

—Por supuesto, estaré ahí —respondió de inmediato al estar de acuerdo con él.

—De acuerdo, hasta entonces. —Colgó la llamada.

Amy dejó el celular a un lado, algo disgustada por la actitud del director, caminó hasta la computadora del escritorio mandando a imprimir unos documentos enviados por Brien. Conectó la impresora a la computadora y espero recostándose en su cama, cuando el sonido irritante y repetitivo de la máquina empezó a sonar en toda la habitación, se había quedado sin papel.

—Genial —susurró en lo bajo corriendo a su estante lleno de libros y documentos por más hojas de papel. El último paquete que había comprado en la librería se había acabado por completo, dejando solo el paquete vacío.

—Magnifico —repitió tirando el paquete de cartón en el pequeño tacho de basura al lado del escritorio.

No quedaba otra opción más que comprar todo un paquete nuevo, se acercó a ventana, el clima no parecía mejorar de una manera u otra, agarró de una canasta un paraguas cerrado junto unas botas para lluvia, abrió la ventana, sin embargo notó lo resbaladizo que resultaba ser al tratar de caminar por el suelo de metal húmedo, además de tener que bajar pequeños escalones, suspiró cerrando la misma.

Adversarios | SonamyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora