C. 4

177 12 14
                                    

You feel the same than me?.

Nicole.

- tengo que comer? No quiero. - dije. Mirando el plato de comida frente a mi. Siempre tuve desde niña problemas con la comida, no podré mentir.

Pero por andar todo el tiempo descalza y en remera por el barco pues... Me resfríe. O eso es lo que Bill cree, claro, tiene alma de mamá en el fondo pero no quiere admitirlo.

- si, ahora come. - me regaño Bill, el cual estaba sentado frente a mi. - pero se ve...extraño. como gelatinoso? - chille, moviendo el pedazo de pollo con el tenedor. (Exagerada)
- por dio, es pollo nomás! - dijo el pelinegro sin paciencia, por lo que me encogi hacia atrás y baje la mirada hacia el plato de pollo. Bill era...como decirlo? Era como esas típicas madrastras jodidas de 56 años y sin paciencia de las películas? (Si me explico?)

- Nicole, COME! - termino gritándome Bill ya que ya estábamos como hace 45 minutos que yo no di ni un bocado. - BUENO.
*Grillo,grillo...*

- no tengo hambre. - murmure, apoyando mi codo en mi rodilla, y mi mejilla en la palma de mi mano. - No quieres comer? Perfecto. - dijo saliendo de mi cuarto, como esas mamás que amenazaban a sus hijos si no comían todo el plato de comida. Después de menos de quince minutos, lo ví entrar a Tom. Quería matar a Bill, pero me veria muy estúpida si lo echo.

- Que haces aquí? - dije, cruzandome de brazos y dejando el plato de comida sobre la mesita de luz. - te vine a hacer compañía. - Mentiroso. Sabía que Bill lo mandó, o eso creía. Entrecerre los ojos de manera desconfiada, mirando como cerraba las ventanas y persianas, encendiendo la tele. - traje... no lo sé, pero compré algunas cosas. - dijo con una risita nerviosa. - mientras no sean condones no te echo. - dije con ironía, dando una risita burlona, Tom rodeo los ojos y puso la bolsa LLENA. De todo tipo de dulces, golosinas o como le digan. Kit kats, roclets, gomitas, Etc.

- puedo? - pregunto. Asenti y lo ví recostarse en la cama, al lado mío...solo estaba esa bolsa con comida entre nosotros. La luz tenue y música relajante que provenía de la televisión hacia un ambiente cómodo.
- veo que no comiste. - Murmuro Tom, mirando el plato con un pedazo de pollo hervido todo duro, sobre la mesita de luz.
- ah, si... Esque me daba asco. - dije, encogiendome de hombros y apoyando mi mejilla sobre la fría almohada. Su perfume se empezaba a impregnar en mis cosas nasales por lo cerca que estaba su pecho del mío. - Y...que haces aquí? - pregunté con una voz ligera, ya que empezaba a tener más confianza con el.
- te note...rara. y vine a ver cómo estabas. - murmuro. por qué no me follaba ahí y ya está? *Guiño, guiño.*

- rara? - murmure, a lo que él asintió.
- si, Rara. - el repitió, haciendo como una personita con sus dedos y pasando por mi muslo, hasta mi abdomen. Y de ahí la personita *sus dedos* llegó a mi mejilla y la acaricio con cuidado.
- eh...quieres...quieres comer EM... - dije buscando en la bolsa y saque lo primero que ví, que fueron unos... condones en una cajita de ositos? - eso lo veremos luego. - dijo el con una risita nerviosa, bajando mi mano con su mano libre con cuidado, a lo que le di un pequeño golpe en el brazo y me quedé viendolo en silencio.

- por qué te pones nerviosa? - dijo Tom, acariciando mi mejilla. (Nose, besam-)
- esque No...no te quiero contagiar? - dije. Ni estaba resfriada como Bill decía, solo me dolía la cabeza y espalda. - ajá, te creo al 100% - dijo con ironía, a lo que suspiré.
- puedo? -fue lo único que lo escuché murmurar, antes de verlo meter un pedazo de chicle en sus labios y conectar los suyos con los míos en un beso ligero. - esa es por la del bote de shampoo -dijo entre besos. - está, por tentarme y luego apartarme - volvió a decir. - y está por la de los lentes y haberme roto la frente por tu cama. - dijo, dándome pequeños besos en el rostro y labios.

Después de todo, No termino siendo tan malo como lo pensaba ante la primera vista.

Okey, puede ser medio rarito, huele a cigarro y a perfume de hombre. (#pervertida) YYY puede ser algo amburriento y dormilón, pero eso no le quita lo lindo... O si?

The walls ; Tom Kaulitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora