𝐓͢𝐇͢𝐄͢ 𝐎͢𝐁͢𝐒͢𝐄͢𝐒͢𝐒͢𝐄͢𝐃͢ 𝐓͢𝐄͢𝐀͢𝐂͢𝐇͢𝐄͢𝐑͢{𝐷⃪𝑒⃪𝑎⃪𝑛⃪ 𝑊⃪𝑠𝑝𝑛}

𝑈⃪𝑛⃪ 𝑠⃪𝑢⃪𝑒⃪ñ⃪𝑜⃪ ℎ⃪𝑒⃪𝑐⃪ℎ⃪𝑜⃪ 𝑟⃪𝑒⃪𝑎⃪𝑙⃪𝑖⃪𝑑⃪𝑎⃪𝑑⃪

¿Se acuerdan del sueño erótico que tuve después de la fiesta de mis padres?, bueno creo que lo estoy viviendo justo ahora.

Anoche, anoche pensé que era todo un sueño, algo que nunca pasó y que tal vez me había vuelto más loca de lo que ya estaba, pero... cuando pensé eso lo sentí, sentí como sus manos acariciaban mis muslos, apretando y...

-¡Ah!...creo que esto es mejor que un "Buenos días"- digo en voz baja- Pensé que... querías esperar para el momento adecuado...

-Si...pero eso no significa que no pueda hacerte cosas que nunca experimentaste.

Sonríe y cierro los ojos déjame llevar al sentir los besos cálidos en mi cuello, su mano en mi entrepierna acariciando tan delicadamente, presionando al punto exacto haciendo que diera pequeños sonidos de placer.

Abrí mis ojos para ver la escena que tenía detrás mío. Dean sin camisa mordiendo mi hombro derecho, su mano por debajo de la frazada jugando su parte.
Se sentía como un sueño, uno muy bueno, en el dónde Dean me tenía acorralada mientras me daba olas de orgasmo con solo tocarme.

-Mi preciosa y pequeña Elizabeth...- sentí su voz ronca en mi oído- ¿Sabes qué te voy a hacer ahora?- mordí mi labio al sentir que él había mordido el lóbulo de mi oreja- ¿Quieres?

-Si...

El me dió un último beso en el cuello y empezó a levantarse para quedarse arriba mío y destaparme. Él estaba de rodillas enfrente mío con lujurias en los ojos, sus manos acariciaban mis piernas y su mirada fué por debajo de mi Monte de Venus.

Estaba por pasar, carajo, estaba por pasar.

Tragué grueso, mi corazón en cualquier momento iba a salir de la caja torácica de tan rápido que latía, moría de nervios de tan solo ver su posición.

Dean se empezó a ir a mí vientre para dejar besos cálidos y húmedos, sentí sus dedos bajar mi shorts y mi ropa interior e hizo que volará a otro lado.
Me empecé a guiar por su aliento que bajaba y bajaba hasta sentir la sonrisa en mi piel.

No sabía si mirar, pero la necesidad de verlo me mataba por dentro, mi estómago ardía por los nervios, por saber lo que estaba pensando ahora mismo.

- Mírame...- dijo por encima de mi Monte de Venus- Quiero que veas lo deliciosa que eres.

Obedezco como una sumisa y veo su maldita sonrisa diabólico. Solté chillidos al sentir la punta de su lengua haciendo un círculo como juego.

Le divertía, le divertía verme sufrir por él, y a mí me gustaba que me haga sufrir de esta manera, aunque sea frustrante, lo amaba.

Me hundí a la cama al sentir toda su lengua en mi vagina. Gemí, chillé, maldecí en silencio; Dean saboreaba mis flujos dando juegos con su lengua y mi clítoris, metiéndola adentro, mordisqueando el punto más dulce que había sentido.

-Dean...- mi voz ya era temblorosa al sentir la descarga eléctrica en mi piel.

-¡Eli!- la voz de Caroline se escuchó detrás de la puerta-¡¿Estás despierta?!.

-¿Por qué siempre arruina estos momentos?- Dean levanta la cabeza- No contestes, supondrá que estás dormida.

- Igual va a entrar- le digo- Escóndete.

-¿Qué?.

Le tapo con la frazada que gracias a Dios era muy gruesa y difícil de notar si había alguien abajo de el.
Dean me miró mal, pero no era porque no quería me vieran con el, era porque Caroline iba a molestarme y retar a Dean por no respetar.