𝐓͢𝐇͢𝐄͢ 𝐎͢𝐁͢𝐒͢𝐄͢𝐒͢𝐒͢𝐄͢𝐃͢ 𝐓͢𝐄͢𝐀͢𝐂͢𝐇͢𝐄͢𝐑͢{𝐷⃪𝑒⃪𝑎⃪𝑛⃪ 𝑊⃪𝑠𝑝𝑛}

𝑁⃪𝑜⃪ 𝑖⃪𝑏⃪𝑎⃪ 𝑎⃪ 𝑠⃪𝑒⃪𝑟⃪ 𝑙⃪𝑎⃪ 𝑢⃪𝑙⃪𝑡⃪𝑖⃪𝑚⃪𝑎⃪ 𝑣⃪𝑒⃪𝑧⃪

Mi miedo siempre fue mi padre, mi segundo miedo fue perder la amistad de Caroline, el tercero fue las estúpidas gallinas, el cuarto es ser alguien que no quiera, y el último fue perderlo.

Gracias a esto ahora podía perderlo.

Hace unos dias.

-¿Disculpa?, ¿dijo epilepsia?.

-El trastorno pudo empezar cuando la persona sufrió un trauma cerebral o por un estrés postraumático. ¿Alguna vez ha estado experimentando eso, Señorita Pierce?.

Yo escuchaba, si, pero mi mente estaba en blanco, mis manos estaban temblando, sentía la fragilidad de mi cuerpo, como un cuerpo sin hueso.

¿Epilepsia?, ¿Tengo epilepsia?, ¿Tendré convulsiones?.

Ví algunas personas con epilepsia, era muy feo y doloroso, las personas tenían miedo a morderse la lengua y morir ahogados. Las convulsiones duraban más de 3 horas. Los flash activan las conversaciones y...

-¿Hija?. ¿Te sientes bien?- mi madre puso una mano en mí cabeza.

-¿Qué?...- al mirarlos sentí el calor en mis mejillas y el ardor en mis ojos- Si, si, estoy bien...Y para...- no sabía si podía hablar - para...

- Tranquila...- mi madre acarició mi cabello suavemente.

Una sensación así me hizo querer llorar. Solo cuando era pequeña podía sentir el cariño de mi madre, solo cuando mi...mi padre...mi padre...

Cuando mi padre me golpeaba, mi madre me daba cariños. Yo lloraba y ella siempre me peinaba y me hacía trenzas.

Tragué grueso forzandome a mi misma a no llora ahora.

-Para controlar las conversaciones, ¿Tengo qué tomar algo?...

-Hay pastillas que pueden ayudar con el dolor y hacer que las conversaciones sean menos de...de 5 horas.

-Dios...Bueno, pero esto no se confirmó que si tiene, digo, es un hospital cualquiera, puede a ver un error...

-Yo creo que en todos los hospitales que vaya le dirán lo mismo- el me miró con esa estúpida cara de lastima que odio tanto- ¿Estás bien, Elizabeth?.

¿Qué si estaba bien?, si, claro, no es como si tenga epilepsia, una de los peores trastornos del mundo, uno de los dolorosos, unos de los que hace que las personas que amas se alejen de tí.

Y eso me hizo pensar.

Dean.

El estaba a unos pasos de aquí. ¿Qué se supone que le diga?, esto era tan avergonzoso, más para mí, era una de las razones para alejarse de mí.

Yo estaba rota, pero ahora con esto...con esto ya se estaban cayendo mis cristales.

-¿Ya me puedo ir?- mis labios se movieron solo.

El suspiro y hecho una miradita a mi madre, como si le estuviera pidiendo ayuda, pero ella estaba mirando a otro lado con una mano en la boca.