𝐓͢𝐇͢𝐄͢ 𝐎͢𝐁͢𝐒͢𝐄͢𝐒͢𝐒͢𝐄͢𝐃͢ 𝐓͢𝐄͢𝐀͢𝐂͢𝐇͢𝐄͢𝐑͢{𝐷⃪𝑒⃪𝑎⃪𝑛⃪ 𝑊⃪𝑠𝑝𝑛}

𝑉⃪𝑒⃪𝑟⃪𝑛⃪𝑜⃪𝑠⃪ 𝑎⃪ 𝑒⃪𝑠⃪𝑐⃪𝑜⃪𝑛⃪𝑑⃪𝑖⃪𝑑⃪𝑎⃪𝑠⃪

Sus manos suaves y grandes apretaban mi muslos como si fuera para desestresarse, su cuerpo grande a mi costado, el calor de su aliento en mi nuca.

- Elizabeth...- susurró mi nombre en mi oído y siento su respiración agitandose- Mi pequeña e inocente Elizabeth- su mano empezó a subir más para apretar mi trasero y darle una nalgada- Te voy a coger hasta que...

-¡Eli!- la voz de Caroline me hice despertarme de un susto- Ay por dios...

-¡Caroline!- le gritó y apenas puedo abrir los ojos por lo dormida que seguía- ¿Qué?...

-¿Estabas?... Escuché que estabas gimiendo...

-¿Qué?, no...creo- miro debajo de mi sanada y veo que no llevo ropa interior- Dios...¿Qué hora es?.

-Las 6:20 AM, vine para despertarte, pero tú...¿Estabas soñando cosas eróticas?- abro los ojos cuando escuché su risita- Porque tú...

-¡No quiero oírlo!, me voy a duchar,¿Podrías?...- apunto a la puerta y ella ruedo los ojos mientras camina hacia ella- Gracias.

Respondiendo a la pregunta de Caroline, si, si lo estaba haciendo, y lo más raro era que me estaba gustando demasiado tanto que gemía de placer.
Mierda, parecía que estaba necesitada por un hombre, la última vez que he soñado así fué cuando ví a Stefan como más que un amigo, dios, ese hombre tenía un buen físico, pero era un idiota y cobarde.

Me levanté de la cama perosa con ganas de no existir. Hoy es lunes, el primer día dónde no solo voy a estar todo el día con Dean, sino que tendremos que ocultarnos de las personas en Yale ya que pueden pensar mal.

Una vez ya levantada fuí al bañó para darme una fría y corta ducha, tristemente tiene que ser corta, no podía llegar a tratar más de 30 minutos ya que Caroline me iba a regañar.
Al ya estar bañando y limpia de mis sueños eróticos me puse a ver qué me iba a poner hoy, no podía ir muy arreglada porque sabía que Dean se iba a dar cuenta que me había arreglado para el, pero tampoco quería ir como un vagabundo con prenda sin combinación, así que empecé a ponerme un pantalón de tienda azul, una camisa blanca con los botones desabrochaba y con las mangas remangadas, unas botas negras altas, me recogí el cabello con un rodete con algunos mechones sueltos, me puse maquillaje en mi mejilla que todavía estaba roja y un poco de labial rojo claro.

- Woo- escuchó a Caroline entrando a mi habitación con un late- ¿Por qué tan arreglada, Señorita Pierce?.

-¿Tú creés qué es mucho?- le pregunto un poco preocupada.

-¿Para ir a unas aburridas clases?, si- ella se calla y abre los ojos como si el foquito en su cabeza se prendiera- ¡Te arreglaste porque hoy te verás con Dean!.

-¡No!- pongo una cara de horror falsa, pero la rubia me presionó con su mirada intimidante que a veces me daba miedo- Solo...no quise parecer provocativa, porque tú sabés...me atrae y creo que sabe eso.

-¡¿Y?!.

-Y que si voy como casi siempre el pensará que le estaría provocando y la verdad no quiero que piense eso- me miró en el espejo y me saco el rodete que ya me molestaba- no se cómo actuar y vestirme cuando estoy con el- la vuelvo a mirar- ¡Solo mírame!, parezco abogada con 40 casos en su manos.

-Oye...- ella se acerca a mí y me abraza- No necesitas cambiar tu estilo o actitud por los pensamientos de un hombre- ella me gira para que me viera en el espejo- Tienes que ser tu solamente...sin todo esto, pareces Olivia Benson de La Ley y la Orden, pero más joven- las dos nos reímos- No seas Elizabeth, ni Daphne, se Eli.

Ella me suelta y empiezo a sacarme la ropa para ponerme algo más cómodo y juvenil, un vestido blanco con las mismas botas, una chaqueta de cuero negra, con el cabello suelto y claro mis coyas, mis anillos, mis pulseras y un collar que Car me había regalado por navidad.