𝑆⃪𝑜⃪𝑙⃪𝑜⃪ 𝑛⃪𝑒⃪𝑐⃪𝑒⃪𝑠⃪𝑖⃪𝑡⃪𝑎⃪𝑏⃪𝑎⃪ 𝑢⃪𝑛⃪ 𝑇⃪𝑒⃪ 𝑎⃪𝑚⃪𝑜⃪ 𝑡⃪𝑢⃪𝑦⃪𝑜⃪

646 49 26
                                    

No dormí, no salí, no hice ruido, ni siquiera me asomé a la puerta. Ya eran las 3 de las madrugada, no escuché ninguna ruido después de las 12 de Sam y Caroline, tampoco escuché su voz, así que supuse que fué a dormir, tampoco escuché que abriera su puerta.

Esas 4 horas despierta, lo único que hice fué bañarme casi dos horas, tirarme en la cama, mirar mi computadora, ¿Y mi celular?, claro, estaba abajo, no tenía ni una galletita o agua, es por eso que seguía despierta.
El hambre, algo ilegal para las personas que se quedan despierta hasta tarde sobrepensando o para las que se están escondiendo de alguien que vió masturbándose con su nombre, uno de los dos.

Así que si, tuve que levantar mi trasero de esa cama y salir afuera para robar comida de mi propia casa para luego regresar a mi cuarto a encerrame.
Se que parezco una exagerada de mierda, pero no todos los días veo como un hombre se masturba con mi nombre en su boca, y para agregar que ese hombre viera que yo lo estuviera viendo, no todos los días se ve eso, ¿O si?.

Abrí despacito la puerta para no hacer ruido, cerré mis ojos rezando para que no haga ningún ruido, me mordí el labio al sacar un pie descalzo afuera de mi cuarto.
Mi respiración se detuvo para no hacer ruido, hasta mi corazón latía lento porque le daba miedo latir tan fuerte.
Una vez que mi cuerpo completo estaba afuera le dí un vistazo a la puerta de Dean que estaba cerrada, probablemente estaba dormido en el quinto sueño, ¿Cómo habrá dormido?, seguro enojado por invadir su privacidad.

No era mi intención espiarlo, bueno, si era mi intención, pero no que el me viera viendolo, no se supone que saldría así la noche, pero fué tan rápido que apenas pude procesarlo en ese momento.

Bajé de puntitas las escaleras mientras apretaba mis manos en mis costados para contener mis nervios, porque si, Dios, estaba muy nerviosa, no importa que nadie esté despierto conmigo ahora, seguía estando nerviosa.

Una vez que me libre de las malditas escaleras fuí rápido al sillón para agarrar mi celular y ver si no tenía algo importante :Mis padres, Caroline o Damon, pero nada, así que solo tiré el aire acumulado y fuí hacía la cocina para robarme un pedazo de ese pie.
Miré mis pasos para no hacer ni un mínimo ruido, ni siquiera me fijé enfrente, ¿Para qué?, no era como si me chocaría con una pared.

-Es inútil, te escuché desde el momento que saliste de tu cuarto.

-¡AHHH!- grité al escuchar que ese silencio se rompió así de repente.

Me tapé la boca al notar que pegué un grito a las 3 de la madrugada. Miré atrás para ver si no escuchaba como Caroline o Sam bajaban por el grito que pegué, pero gracias a Dios no escuché nada.
Respiré de nuevo, pero recordé el porque había gritando, así que digamos deje de respirar de vuelta, en algún momento voy a necesitar un oxígeno como cartera.
Me dí la vuelta lentamente y lo ví. A ese que quería evitar, a ese que me dió una razón para estar encerrada en mi cuarto, a ese que lo ví en la ducha honrando mi nombre, a ese que... bueno a ese.

Estaba en la mesada sentado comiendo un pedazo de pie. Se ve tan tierno que me dió vergüenza verlo a la cara, me sonrió, ME SONRIÓ.

-Hola- sonrió al verme paralizada.

-Ho...hola- le devolví la sonrisa corta y mi panza rugió al verlo comer ese pedazo de pie. Pero solo apunté hacía atrás y tartamude- Yo...ya me... iba, chau...

-No, no, eso sí que no- el se levanta de su lugar y va hacia a mi para tomarme de los brazos- Por tú cara veo que te mueres de hambre, por eso te sentaras y comerás pie.

-No...estoy bien, no tengo hambre - mentí e intenté salirme de su agarré.

-No es pregunta, Elizabeth. Te drogaron, eso te da hambre y...- tragué grueso al tenerlo cerca mío casi en la oscuridad como dos personajes de una película romántica- Comer te puedo mejor las cosas que te están pasando...

𝐓͢𝐇͢𝐄͢ 𝐎͢𝐁͢𝐒͢𝐄͢𝐒͢𝐒͢𝐄͢𝐃͢ 𝐓͢𝐄͢𝐀͢𝐂͢𝐇͢𝐄͢𝐑͢{𝐷⃪𝑒⃪𝑎⃪𝑛⃪ 𝑊⃪𝑠𝑝𝑛}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora