🍵 -V- 🍪

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—¡Oye, haz salir tus feromonas! —gritó un desconocido chico pelirrojo, poniéndose de pie— ¡Rápido!

Taehyung no entendía bien la situación; pero sobre él se encontraba un hombre, mirándolo como si fuera un pedazo de carne al que pudiera devorar en cualquier momento. No podía darse el lujo de dudar, así que hizo caso al extraño pelirrojo y dejó que su aroma aflorara dentro de aquella habitación. Su amigo, conociendo lo potente que eran sus feromonas, rápidamente corrió hacia el desconocido, lo tomó por un brazo y lo sacó de allí.

Innumerables partículas de aroma menta penetraron las fosas nasales de Jungkook, haciendo que su cuerpo se quedase estático, como si hubiese entrado en un estado de anestesia total. Una sensación de tranquilidad lo embargó, aquel olor refrescaba su estado de calor y lo estimulaba, limpiaba cada rastro de quemazón, brindándole confort y bienestar.

Había deseado infinidad de veces encontrar a alguien así, que fuera su otra mitad, su predestinado, alguien con el cual pudiera controlarse y así no lastimar a nadie. Podía sentirlo, su aroma mezclándose con el de ese chico bajo su cuerpo, causándole frescura y paz. Su ritmo cardíaco fue relajándose, recuperando el control sobre su cuerpo y su mente. Su vista se enfocó en el rostro de aquella persona a su merced, quedando deslumbrado por una belleza exuberante por la cual se sintió atraído. Estaba consciente de que el aroma de ese chico suprimía el suyo y eso le fascinaba.

El chocolate también era un olor que transmitía sensación de relax y bienestar, incluso mejoraba el humor y aliviaba el estrés; pero en Jungkook su aroma estaba más vinculado al placer y la lujuria, que lo hacían descontrolarse. Por eso en ocasiones sufría choques en su interior y esa parte bestial y lasciva de él despertaba sus instintos más primitivos, dominándolo por completo.

El chico lindo y de cabellos rojos era un perfecto sedante para él. No podía dejarlo escapar, ese niño debía estar ligado a él de por vida, así lo deseaba. Se fue incorporando y ayudó al chico lindo a ponerse de pie.

—Nuestro primer encuentro será inolvidable, ¿verdad? —rió apenado—. Pero sé que nos llevaremos bien.

—¿Llevarnos bien? ¡Ja! A usted en mi vida lo vuelvo a ver.

Taehyung fue hacia la puerta, evidentemente enojado, con intenciones de salir de allí y no regresar nunca. El novio que le había conseguido Jimin era un completo loco maniático.

—Oye, oye, espera —Jungkook se interpuso entre el chico y la puerta—. No te vayas, me gustaría mucho poder conversar contigo. Además —hizo una reverencia, algo que sorprendió a Taehyung—, me disculpo por lo de hace un momento, nunca quise que nuestro encuentro fuera tan vergonzoso.

—Vergonzoso para ti —se cruzó de brazos y sus mejillas se tornaron rosas, desvió la mirada—. Yo casi me meo del susto —refunfuñó bajito, pero Jungkook pudo escucharlo con claridad.

—Ja, ja, ja. Lo siento, de verdad. Me llamo Jeon Jung Kook, ¿y vos?

—Kim Tae Hyung.

—Entonces, gracias, Kim Tae Hyung, por haberme ayudado.

—De nada pero, qué es lo que te sucede. Nunca vi a un alfa con las hormonas tan descontroladas. ¿O estás en celo?

—No lo estoy —se acercó al chico, de manera provocativa—, pero tú indiscutiblemente podrías colocarme en ese estado. —Se acercó otro poco, hasta que sus respiraciones chocaron—. Me encanta como hueles, niño.

Taehyung se estremeció con esas palabras y se sintió seducido por ese alfa, casi por instinto lo tomó por la chaqueta del traje, atrayéndolo más hacia él, de manera dominante.

—Y a mí me encanta como tu aroma me escandila —le susurró en los labios, sintiendo el calor del cuerpo ajeno—, alfa de ojos amarillos.

Jungkook llevó su nariz al cuello de Taehyung, quien se erizó por el leve tacto, y aspiró profundamente.

—El aroma de tu perfume natural huele a pureza pequeño.

—El tuyo me parece un incienso que me despierta un extraño deseo.

Jungkook dejó salir un poco de sus feromonas, con Taehyung allí podía darse ese lujo. El chico se sintió idiotizado, las suyas aún permanecían en el ambiente, mezclándose con las del alfa frente a él.

Chocolate y menta se unían en un amasijo de estimulantes esencias para el cuerpo y los sentimientos. Fue entonces cuando ambas bocas se unieron en un beso, fusionándose sus sabores al suave vaivén de las lenguas. Jungkook saboreó un esquicito té de menta y Taehyung probó el dulzor de unas galleticas de chocolate. Y extasiados entre fragancias y gustos, desearon más.

©TAECITO CON KOOKIGALLETASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora