🍵 -X- 🍪

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Té de menta y galleticas de chocolate ataviaban la mesa de la cocina de la Mansión Jeon. Taehyung se metía dos galletas a la boca y las degustaba encantado, en tanto Jungkook solo bebía té, observando el pelirrojo comer.

Ya había pasado más de una semana luego del incidente, Taehyung se había curado y estaba feliz, tenía a un hombre maravilloso como esposo.

—Bebé come despacio, no quiero que te me ahogues —alertó Jungkook.

Taehyung se relamió los labios, limpió los restos de galletas que tenía en la boca con las manos y dio un sorbo a la taza de té frente a él.

—Terminé. ¿Tú ya estás listo?

Jungkook sonrió, se levantó de la silla donde se hallaba sentado, rodeó la mesa, se acercó a Taehyung y depositó un húmedo beso en su cuello.

—Para ti siempre lo estoy.

Taehyung se estremeció, sacudió su cuerpo como para deshacerse de su herizamiento y se puso de pie.

—Entonces vamos, Jimin detesta la impuntualidad.

Noviembre había llegado y los cuatro habían decidido salir juntos y pasar el día divirtiéndose. Jimin y Yoongi. Taehyung y Jungkook. Una cita doble.

Todo era estupendo. Los cuatro estaban felices porque habían encontrado a su alma gemela. Yoongi agradecía a la luna el día en que un bonito niño rubio fue al bar buscando un novio para su amigo, ahora tenía a alguien con quien podía compartir sus temores y secretos, incluso los más peligrosos. Al igual que Taehyung, Jimin había descubierto la otra identidad de Yoongi.

Petunia de terciopelo.

Aquel era un apodo muy conocido dentro la mafia "La Dahlia". Quien escuchara el nombre de esa flor —la favorita de Yoongi— sabía que se refería a la mano derecha del mafioso más temido de todo el país y de algunos otros.

Pero Jimin se enteró de una manera más violenta que Taehyung. Una noche cuando iba para su casa, luego de hacer horas extras en el trabajo, alguien lo persiguió todo el camino. Jimin se percató y emprendió carrera, pero el susodicho, más veloz, pudo atraparlo. La caída fue brusca y Jimin se lesionó una mano, ya que todo su peso cayó sobre ella.

El hombre quiso violarlo, se trepó sobre Jimin y le sujetó por las muñecas, mientras le decía cosas obscenas. Para desgracia de Jimin no había ni un alma cerca y el lugar estaba oscuro, su agresor se regodeaba de que había conseguido un bonito trofeo y antes de hacerlo suyo, quería probar los labios del omega. Pero hubo un giro brusco en los acontecimientos.

Jimin no supo en qué momento pasó, de pronto el cuerpo sobre él había perdido la cabeza, literal. Un chorro de sangre lo bañó y como pudo se quitó el cuerpo de encima. Estaba horrorizado por la escena, ni siquiera gritó por el impacto que tuvo en él ver al hombre decapitado.

Pero su sorpresa fue mayor. Yoongi estaba parado ante él, portando una filosa espada en su mano derecha. Ese día lo esperaba frente a su casa, pero como no llegó a la hora le llamó. Jimin le explicó que había trabajado un poco más y que había salido tarde, por eso Yoongi fue hacia su encuentro, aunque eso no se lo dijo. Justo pasaba en su auto cuando vio a Jimin correr hacia una calle oscura y tras él a alguien más.

Yoongi detuvo el auto, tomó su espada, la que siempre usa cuando trabaja con Jungkook, escondida en un falso techo del vehículo y salió de allí como alma que llevaba un demonio dentro. La escena que encontró lo llenó de ira, nadie le iba a hacer daño a su omega mientras él estuviera presente, así que no lo dudó, ni pestañeó siquiera, movió su brazo y la espada, como si se tratara de una extensión del mismo, cortó la cabeza del malhechor.

Ese fue el día en que Jimin conoció el otro rostro de su alfa de ojos azules. Y al siguiente, tuvo que abandonar el trabajo. Yoongi estaba reacio a dejarlo seguir trabajando así y por eso se lo llevó para KarmaSutra, lo instruyó y ahora Jimin le ayudaba como barman, aunque solo servía debidas sencillas, no eran un experto como Yoongi.

Por supuesto, Jungkook había estado al tanto de la situación ya que Yoongi le contó. Cuando eso sucedió, a Taehyung aún no se le había ocurrido jugar al detective. Por eso, cuando de verdad lo supo, Jungkook quiso abrirse con él y revelarse su secreto, porque tenía la esperanza de que si Jimin había aceptado la otra vida de Yoongi, Taehyung también aceptaría la suya. Y así fue.

Desde que Taehyung llegó a la vida de Jungkook, este juró protegerlo y amarlo más que a nada. Por eso Walter, su mejor luchador y asesino, se había convertido en el guardaespaldas del pelirrojo. Cuando él no estuviera presente, Walter debía proteger a Taehyung con su vida.

Ahora ambos, alfa y omega, se encontraban en el cuarto después de una ducha juntos. La cita ya había concluido. Era una cita especial, los cuatro conversaron sobre la vida secreta que llevarían siempre, y los cuidadosos que debían ser.

—Tae, ya lo hablé con Walter, te enseñará a defenderte —mencionó Jungkook, colocándose la bata negra de dormir.

—Oh, entonces, ¿voy a aprender a pelear? —preguntó Taehyung con entusiasmo.

—Así es.

—Pero —Taehyung fue hacia Jungkook, aún con su cuerpo desnudo y lo abrazó por la cintura—, aunque aprenda a luchar, sé que mi alfa siempre me protegerá —le dijo sonriente.

Jungkook depositó un pequeño beso en su frente y correspondió su abrazo.

—Siempre mi pequeño, aún después de la muerte, incluso en la otra vida, te protegeré.

—¿Así como un superhéroe?

—No bebé. Los superhéroes deciden perder y dejar ir al amor de su vida para salvar a la humanidad. Pero yo no soy uno de ellos. Yo soy el villano, ese que destruiría al mundo entero solo para salvarte a ti.

🍪 °FIN° 🍵

©TAECITO CON KOOKIGALLETASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora