Marriage Candidate - Supercorp AU

Capítulo 12

*Lex Pov.*

Esperé a irme de la vista de la casa, pasando unas cuadras y detuve el auto. Mantuve las manos en el volante y quedé mirando a la nada, pensando en las palabras de Kara que resonaban en mi cabeza. "¡Lex, no te quiero!", "¡Nunca me gustaste, Lex!". Mis ojos pestañaban, mi garganta estaba cerrada a medida que recordaba las palabras que más me dolieron, "¡Y la amo!". De recordar eso, mi pecho dolía. Cerré los ojos y negé con la cabeza, dándome cuenta que todo esto es culpa de mi madre. Me había obligado a hacer esto, a alejar a mi hermana, a cortarle oportunidades. Pero sabía que Kara no la dejaría sola, solo que no esperaba que me dijera todo esto, no esperaba que dijera que va a competir conmigo y no esperaba que Lena me hiciera eso, de venderle sus acciones a mi competencia. Aunque noté mis propias acciones y comencé a odiar mi propia existencia en la tierra, el ser hijo de esa mujer, de llevar su sangre y muy dentro sabía que había heredado su maldad. Lo que le hice a Lena... No es lo que un hermano haría.

Tenía una tristeza enorme al pensar en lo que me estaban obligando a convertirme, en lo cegado que estaba que creí firmemente que Kara sí había sentido algo por mí. Sintiéndome un verdadero tonto, apoyé la cabeza en el volante mientras lo sostenía entre mis manos y ni siquiera me sentí con el derecho de llorar. Pero dejé que las lágrimas cayeran, que mi pecho soltara la angustia que tenía dentro y no escatimé en lo ruidoso que era mi llanto, no me importaba si alguien pasaba a mi costado y me veía o escuchaba llorar.

—¿Qué hice? Yo... ¡Qué hice!

En ese momento, me senté derecho, me miré en el espejo retrovisor y limpié mis lágrimas, observé la hora y calculé el tiempo que me llevaría regresar. Quité el freno del auto y aceleré, decidido. Iba todo el camino haciéndo cálculos, pensando en los diálogos que tendría que tener con Maxwell Lord para poder recuperar esas acciones y llamé a mi abogado, pidiendo que vendiera de forma urgente mi casa en Hawaii. Necesitaba dinero y no pensaba tener más lujos, estaba harto.

Para cuando llegué a Luthor Corp, noté que mi secretaria estaba tratando de alejar a los periodistas que trataron de lanzarse sobre mí, preguntando por lo que hacia hecho Lena de vender sus acciones a mi enemigo y que pasaría con Luthor Corp. Solo eso me aun más de mal humor. Estaba ingresando a la oficina, donde mamá estaba caminando de un lado a otro mientras miré a mi secretaria, ignorándola.

—Concretas la reunión con Maxwell de forma urgente, con presencia de los abogados de ambos.

—En seguida, señor Luthor. —Expreso y se fue cerrando la puerta mientras yo me acerqué a mi escritorio.

—Eres... un completo imbécil. —Comenzó a decir mi madre e hice un movimiento con mis fosas nasales, buscando autocontrol—. ¡¡Un verdadero imbécil!! ¡¡¿Cómo permitiste esta locura?!! ¡¡¿Es que te caíste al nacer imbécil?!!

Y en ese momento, me harté. Lancé mi saco al piso, me acerqué a ella y la empujé contra la pared, dejando mi mano sosteniendo su cuello y notando su sorpesa e incluso algo de susto en sus ojos. Yo la miré enfurecido.

—¡¡Esto es todo tu culpa, madre!! —Le grité—. ¡Todo por tu maldita obsesión contra Lena! Alejaste a Kara de mí, a Lena... Y causaste todo esto.

—Lex...

—¡¡CÁLLATE!! —Le grité y me miró apretando la mandíbula, molesta, así que apreté su cuello—. Vas a hacer... Lo que yo... te diga. ¿Entendiste?

—¿Qué crees que haces? —Dijo y señaló mi mano en su cuello—. No te atrevas a ponerme una mano encima.

Sonreí y apreté más mi mano, ella me miró desafiante y soportando el dolor de mi fuerza.

—¿Te crees peligrosa, madre? —Le dije y borré la sonrisa, soltando el agarre pero sin quitarle la mirada—. Pues yo soy peor... Y no quieres ver ese lado de mí... Te haría sentir orgullosa y no quiero darte el gusto.