2. El riesgo

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Max

La cafetería es más grande que la de mi antigua escuela, el cambio de ambiente me sienta a la perfección, tenía que salir de ahí lo antes posible.

Cambiarme no estaba en mis planes, tenía todo planeado, graduarme, pedirle matrimonio, comprar la casa que nos gustaba pero en un segundo todo se destruyó. Descubrir su engaño, las mentiras, el cómo me usó; aquí sentado en una esquina tranquila sé que valió la pena.

No me desagrada del todo, extraño a mi familia, a mi mejor amigo sin embargo ellos entienden por qué tuve que irme.

Veo entrar a Abby, no soy ciego es una chica preciosa, el cabello largo hasta la altura de su cintura, los ojos almendrados y esa sonrisa tímida que siempre me da. Es una chica peligrosa para mí, necesito mantenerme alejado de ella. Todo lo que su cercanía género en mi no es algo para lo esté listo, la verdad no se si estaré listo de nuevo.

Por más que intento alejar la mirada no puedo, la veo reír sobre algo que dice su amiga, tiene una sonrisa bonita. Diablos debo de dejar de mirarla, esto no está bien, empiezo a levantar mis cosas para salir de aquí antes de que me vea.

No creo que tengas tanta suerte.

—Hola Max—. Claro que no tengo tanta suerte. Su voz llega para provocar estragos en mí, suena tímida. Alzó la mirada y si es que es bajita, le llevó unos buenos cabeza de ventaja.

Trae puesto un suéter azul que deja a un poco a la vista sus clavículas y un pantalón negro, que no es por nada pero le queda increíblemente bien.

Anotado

El cabello suelto le termina de dar su toque adorable. Dios tengo que alejarme ya.

—Yo...— pasa su cabello detrás de la oreja— quería saber como te fue ayer— dice nerviosa.

Claro, fingí no saber dónde era el módulo. Si me preguntan ¿por qué lo hice? la respuesta es no lo sé.

Se veía tan linda esperando ayudarme que no pude resistirme, cuando llegué al módulo hice unas cuantas preguntas para que fuera más creíble.

Tienes que contestarle.

¿Ah? Aaaaaah claro Abby sigue esperando mi respuesta.

—Bien, gracias por ayudarme— no se me ocurre que otra cosa decir. La alarma de aléjate sigue sonando en mi cabeza.

—Eso es muy bueno, me alegro— se tuerce un poco los dedos nerviosa—. Quería saber si quieres sentarte con mis amigos— señala una mesa a su espalda donde está una chica pelirroja y un chico moreno con chinos.

Debo de decir que no, pero al ver la cara de ilusión de Abby todo el plan de alejarme de va a la mierda.

—Claro— digo bajito. Abby me lanza la sonrisa más radiante que había visto y una sensación conocida se extiende por mi cuerpo.

Tal vez debí decir que no, ¿cómo saldré de esto?

—Amigos el es Max— me toma del brazo para que me acerque y la alarma vuelve a sonar en mi cabeza—. Max ella es mi mejor amiga Isabel y Jake.

—Hola, mucho gusto— bien solo me presento y me voy fácil.

—Que onda hermano— Jake se levanta y deja un espacio para que me pueda sentar entre Abby y él.

Ya me presenté, pasó uno completado. Ahora paso dos, irme.

—Abby me contó que le ayudaste con la caja, gracias— Isabel está probándome, lo veo en sus ojos calculadores, creo que si me sigue viendo así sabrá todos mis secretos.

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora