6.Ella

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Max

Cuando despierto todo huele a ella, mi almohada huele a cereza y creo que jamás había dormido tan bien en toda mi vida.

Abby estuvo conmigo y no me preguntó qué me pasaba, solo me sostuvo cuando yo no era capaz de hacerlo, me aseguro que ella estaba aquí y así fue.

Me levanto y voy a darme una ducha, mientras el agua corre por mi cuerpo los recuerdos me golpean.

—Isla...— no lo puedo creer ¿porque me llama?

—Maxi— está llorando. Estoy en shock, no puedo creer que me esté marcando después de todo lo que me hizo— tuve que comprar un nuevo chip para poder marcarte, sabía que no contestarías si veías que era yo. Te necesito— esas últimas dos palabras se repiten en mi mente y apenas reaccionó.

—¿Estás bien Isla? ¿Qué pasó?— lamento que dentro de mí aún exista una parte que se preocupe por ella después de todo.

Empieza a llorar y contarme que su nuevo novio la engañó, tal y como ella me engañó a mí, la comprensión se va y llega el enojo.

—Me estás jodiendo ¿no?. Como te atreves a marcarme para decir que me necesitas después de hacer justamente lo que él te hizo a ti— ni me lo puedo creer, cómo se puede ser tan descara.

—Maxi, somos amigos— guarda silencio y niego con la cabeza aunque no me ve— las cosas no resultaron como nosotros esperábamos en nuestra relación pero somos amigos.

—No Isla, no te equivoques. Te amaba y no hiciste otra cosa más que aprovecharte de eso, me usaste me humillaste y me engañaste. Claro que no somos amigos— empiezo a sentir que el aire me falta, la opresión en el pecho regresa y con más fuerza.

—Eres un egoísta Max— esta si es su verdadera cara y eso me hace enojar aún más—. Te hablo porque me siento como la mierda y solo te interesas por ti, eso no es lo que hacen los amigos— no podría creer sus palabras.

»Si te engañé y te usé, supéralo y enfoquémonos en lo que sí es importante, no estoy bien...

—Claro que no va a estar bien, si eres mierda te dan mierda— jamás le había hablado así ni cuando me enteré de todo.

—Por esta razón te engañé— suelta y escucho a mi corazón romperse de nuevo— no eres capaz de entenderme, no eres más que un chico muy manipulable del cual por supuesto saqué provecho para impresionar a mi familia y me dejaran en paz.

Los recuerdos vienen de golpe, la respiración se me vuelve pesada, errática. No puedo volver a pasar por eso.

—Sabes Max, nuestra relación era aburrida. No tenías nada interesante que contar, tus videos eran sumamente aburridos de ver y no entendía nada— su voz ya no es rota es afilada y apunta a un solo lugar, mi corazón—. Deberías agradecerme por desperdiciar tantos años de mi vida con alguien como tú, no tienes talento y no eres interesante— antes de que pueda decir algo cuelga y yo me rompo.

Tengo los músculos más tensos que cuando entre y el objetivo era relajarme, entonces mi mirada va al escritorio donde descansa una nota y una bolsa que supongo tendrá el desayuno.

Una pequeña sonrisa se forma en mi rostro y tomo la nota.

Tu desayuno agridulce.

Tuve que irme a clase, espero verte pronto.

Con amor Abby.

No puedo creerlo, me pasó una mano por el rostro incrédulo, ¿cómo es que ella puede irradiar tanta luz?

Al abrir la bolsa me encontró con un jugo y como era de esperarse un café con leche más unos panqueques con fruta.

Eres túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora