Una vida a tu lado

Parte 24

En dos semanas sería la boda.

Mi celular vibro, notificando un nuevo mensaje.

Desconocido: ¿Te casas?.
Jessie: ¿Quien eres?.
Desconocido: ¿Lo amas?.
Jessie: Dime, ¿Quien eres?.
Desconocido: Sabes quien soy, ahora dime tu solecito, ¿Lo amas?.
Jessie: ¿Eres tú?.
Desconocido: Soy yo, ¿Lo amas o no?.
Jessie: No.
Desconocido: Perfecto.
Jessie: ¿Que?.
Desconocido: Donde será la boda y la hora.
Jessie: En la capilla de aquí, en dos semanas, el miércoles a las 10 de la mañana.
Desconocido: Está bien, ¿llevas a la niña?.
Jessie: Si, ella estará ahí.
Desconocido: Está bien, te amo.
Jessie: Si eres tú, yo también lo hago.

Era confuso, ¿era el?, no sabía, pero solo él conocía y me decía así, ¿era él o solo alguien que quería molestar?.

No lo sabía.

Jane empezó a llorar.

La cargué y le di de comer, mi madre toco la puerta.

—Hija.

—Pasa.

—Tienes que ir a probarte el vestido.

—¿Cuando?.

—Hoy, a las 2 faltan 20 minutos.

—Okey, me baño y bajo.

—Esta bien.

Salió de mi cuarto, me bañe, me cambie y luego bañe a mi hija.

Dos semanas, dos semanas nada más.

Fuimos a ver el vestido, era lindo.

Luego de dos horas, íbamos de nuevo a casa.

—Perdóname hija, por no poder hacer nada.

—No te preocupes mami, te entiendo perfectamente.

—Gracias hija, te amo.

—Te amo más mami.

                                      ***
Dos semanas después.

—En menos de una hora te casas.—Hablo Mia.

—Es horrible.—Dije

Aquí estaban todos, Ashley, Caleb, Leslie, mis amigas, sus novios, y toda mi familia.

—¿Que cosa?.—Hablo Cam.

—Casarte sin amor.

Sonó la puerta.

—¿Quien?.

—Yo hija.—era papá.

—Pasa.—Hable.

—Vamos es hora.

—Jamás te perdonaré esto.

—Lo harás hija, es por tu bien.

—Tu no sabes que es mi bien.

Todas bajaron, para a ir a la capilla.

En 5 minutos sería mi boda, en 5 minutos!.

Joder.

Empezó la música para entrar.

Mi padre me entregaría.

Llegamos, y nos incamos, el padre estaba hablando.

—¿Hay alguien que impida esta boda?, que hable ahora o cae para siempre.

—Yo.—Todos voltearon, menos yo, esa voz.—Yo la impido por que ella no lo ama, por que se que no lo ama y le jure que si ella una vez se casaba sin amor, vendría yo.