Capítulo 6

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Scott:

Me llevé el cigarro a la boca mientras recorría los pasillos del estúpido instituto al que iba y maldecí mil veces cuando recordé la alarma de incendio que instalaron hace un par de meses. Ya me llevé una buena hace un par de semanas por su culpa cuando me fumé un piti en el pasillo. Nadie me avisó que esa mierda estaba instalada, puede que no se deba fumar dentro de un instituto ya de por sí, pero es que me la va sudando bastante. Si necesito un cigarro, me lo fumo y punto.

Me acerqué a la puerta para salir al patio en la planta de abajo y nada más salir, cogí el mechero y me encendí el cigarro.

Noté como el humo recorría cada parte de mi cuerpo y cerré los ojos al expirarlo.

Puede que esta mierda me destroce, pero sinceramente, si me tengo morir no me importaría que fuera por beber o fumar.

O por hechar un polvo.

Sonreí.

Esa si que sería una buena muerte.

Cat y su nueva amiga aparecieron en mi mente.
No puedo negar que las miraditas que me ha echado antes Cat me han puesto de mala ostia.

Que fuera mi mejor amiga hace un par de años no le da derecho a meterse en mi vida.

Aspiré con fuerza la última calada de mi cigarro y lo tiré al suelo, expirando el humo de mi interior. El cielo rugió con fuerza. Se iba a poner a llover en nada.

Ay que joderse... como me apetece follar ahora mismo.

Miré hacía todos los lados. Seguro que a Alysson no le importaría hacerme un favor, pero la verdad es que estoy arto de ella. A ver que sí...tiene unas tetas y un culo que flipas, pero es que ya la tengo muy vista.

Bueno también están Rose y las demás del grupo...o Jessica, la rubia choni de segundo y su grupo de amiguitas, Normany, la morena del C, Khristen, la pelirroja del A o alguna de las chicas del curso de verano o de la autoescuela.

Miré al cielo y cerré los ojos. Repasé uno a uno todos los contactos femeninos de mi lista. Nada, ninguna que me llamara especialmente la atención.

La mirada con el ceño fruncido de la nueva apareció en mi mente y abrí los ojos de repente.

Sonreí.

Unas gotas de agua comenzaron a resvalar por mi cara y comencé a andar hacia la puerta antes de que la puta lluvia comenzara a calarme y sin darme cuenta acabé en la cafetería.

-¡Hey Adams!

Jacob, el tío robusto de segundo, estaba parado justo en frente de mí ofreciéndome la mano para chocarsela, así que lo hice sin prestarle demasiado atención.

Arqueé una ceja al ver que sus labios comenzaron a moverse. No me apetecía una mierda escuchar como había quedado en su partido de mierda del sábado contra...¿contra quien jugaron? Bah...ni me acuerdo, estaba demasiado ocupado tirandome a Caroline en el baño portátil del aparcamiento.

Puse los ojos en blanco. Me daba igual que se diera cuenta de que no le estaba haciendo ni puto caso pero el muy gilipollas siguió hablando como si no se hubiera dado cuenta de nada.

Decidí pasar de él y empecé a recorrer con mi mirada toda la cafetería.

En una de las mesas del final estaba Normany con sus estúpidas amiguitas, pijas a más no poder, gritando mientras miraban la pantalla de un móvil... por dios ¿cuántos años mentales tienen esas idiotas?

Reconocí a 3 de ellas y me di cuenta de que era por que me las había beneficiado en alguna fiesta. Ni recuerdo sus nombres, seguramente iba pedísimo.

Enseñame a amar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora