Capítulo 10

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Ethan estaba durmiendo profundamente, pero los sollozos de su hermana llegaron a sus oídos, despertándolo de repente. Se incorporó en la cama, parpadeando para despejar la somnolencia, y miró por la ventana de su habitación. La oscuridad de la noche lo sorprendió; no había esperado que fuera tan tarde.

Preocupado, se levantó y salió de su cuarto. En vez de dirigirse directamente a la habitación de Yuwon, decidió buscar a su padre. Sabía que en momentos como estos, solo Changbin podría manejar la situación. Caminó silenciosamente por el pasillo, sintiendo el peso de la atmósfera tensa que envolvía la casa.

Al llegar a la sala de juegos, encontró a Changbin concentrado en una partida de pool, usando el juego como un intento de distraerse de la pesada realidad. Ethan se acercó lentamente, sin querer interrumpir abruptamente.

"Papi," llamó suavemente.

Changbin levantó la vista, sus ojos reflejando una mezcla de sorpresa y preocupación al ver a su hijo. "Ethan, ¿qué haces despierto tan tarde?"

"Escuché a Yuwon llorar," dijo Ethan, su voz apenas un susurro. "Está muy triste. Creo que necesitas ir con ella."

El rostro de Changbin se ensombreció. Había estado intentando mantener las apariencias fuertes para sus hijos, pero sabía que no podía seguir ignorando el dolor que los rodeaba. Dejó el taco de pool a un lado y se acercó a Ethan, poniendo una mano firme y reconfortante en su hombro.

"Gracias por venir a buscarme, Ethan," dijo Changbin con sinceridad. "Vamos a ver cómo está tu hermana."

Juntos, padre e hijo caminaron hacia la habitación de Yuwon. Los sollozos eran más audibles a medida que se acercaban. Changbin sintió un nudo en el estómago, sabiendo que tendría que enfrentar el dolor de su hija, un dolor que él mismo había causado indirectamente.

Al entrar en la habitación de Yuwon, encontraron a Jeongin todavía a su lado, tratando de consolarla. Changbin se acercó lentamente, su corazón pesando con cada paso. Se agachó al lado de la cama de Yuwon, extendiendo una mano hacia ella.

"Yuwon, cariño," dijo suavemente, su voz llena de arrepentimiento. "Estoy aquí."

Yuwon levantó la mirada, sus ojos rojos e hinchados por el llanto. La ira y el dolor en su mirada eran inconfundibles. "¿Por qué, papi? ¿Por qué lo hiciste?"

Changbin tragó con dificultad, buscando las palabras correctas. "Lo siento, Yuwon. Si hubiera sabido... si hubiera entendido lo que significaba para ti, nunca habría hecho lo que hice. Estoy tan, tan arrepentido."

Ethan observaba en silencio, sintiendo el peso de la tristeza en el ambiente. Sabía que este era un momento crucial para su familia, uno que podría determinar cómo seguirían adelante juntos.

Jeongin, aún cerca de Yuwon, tomó la mano de Changbin, ofreciéndole un apoyo silencioso. Sabía que, a pesar del dolor, tenían que unirse como familia para superar esta tragedia.

Yuwon sollozó nuevamente, pero esta vez permitió que su padre la abrazara, aunque de forma vacilante. Changbin la sostuvo con firmeza, dejando que su propia tristeza y arrepentimiento se mezclaran con el dolor de su hija. Sabía que tendría que trabajar mucho para reparar el daño hecho, pero estaba decidido a hacerlo, un paso a la vez.

Wonhu se despertó también, alarmada por los sollozos que resonaban por la casa. Salió de su habitación, siguiendo los sonidos hasta encontrar a su familia reunida alrededor de Yuwon. Jeongin, consciente de la hora y de la necesidad de descanso de los niños, decidió intervenir.

"Vamos, chicos," dijo Jeongin con una sonrisa tranquilizadora. "Es muy tarde. Vamos a la cama, ¿de acuerdo?"

Ethan protestó débilmente, pero Jeongin lo levantó en brazos con facilidad. Wonhu, por su parte, siguió a Jeongin sin decir una palabra, sus ojos llenos de preocupación por su hermana.

¡Daddy al rescate ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora