⌗ 0 𝐀ᥴᥱ⍴𝗍ᥲᥒძ᥆ ᥱᥣ ძᥱs𝗍іᥒ᥆ ⊱

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- No la quiero ver, no la quiero ver - Le repliqué a Steven -, ¡Tu sabes lo que ella le hizo a mi! La odio...

- Lapis... Ella ha cambiado.

- No ha cambiado, Steven.

La única y simple razón por la que odio a Peridot es porque ella me obligó a delatar la ubicación de las crystal gems cuando volví al planeta madre.

Cuando llegué al planeta madre me tomaron y me obligaron a ir en una misión con Peridot y Jaspe para destruir la tierra, una inutilidad verdadera digo yo.

Desde ese entonces Steven me ofreció vivir en el granero con Peridot. Aunque ella ha estado ultimamente dándome regalos para poder perdonarla y apreciar mejor que supuestamente ella había cambiado.

Aparté a Steven, él, diciendole a Peridot que yo y este hablaríamos un rato. Cuando llegamos a la parte lateral del granero conversamos sobre lo que se debía hacer.

- Tu... simplemente no lo entiendes, Steven. Aunque no te culpo a ti -le dire bajando mi mirada hacia sus ojos, ya que yo soy mucho más alta que él-.

- Por favor lapis, dale solo una oportunidad -me dijo Steven-.

- Esta bien... Pero solo tendrá UNA oportunidad, no más o menos...

- Gracias lapis, sabía que yo si podía confiar en ti -me dijo abrazándome-.

Caminé contemplando el cielo soleado y celestial terrestre. Fuimos hacia donde estaba Peridot y Steven le comentó mi respéctiva desición. Ahora viviría con Peridot.

Estuvimos charlando un rato con ella y conociéndonos mejor. Al parecer ella de verdad había cambiado.

Al caer la noche Steven se fué y nos dejó a mi y a ella a solas. Ya no tendría que estar obligada a hablar tan seguido con Peridot, lo que significaba que todo iría a su respectivo ritmo, sin ninguna clase de apuros o intervenciones de terceros.

- Así que, dime Peridot ¿No extrañas de verdad el planeta madre?

- La verdad no. Después de haber llamado tonta a diamante amarillo no tengo deseo alguno de volver a semejante y horroroso lugar -contó-, aunque a veces a la unica que extraño era a otra Peridot que era mi amiga, solíamos conversar bastante.

- Entendible totalmente... Yo solo pienso en el planeta madre como el hogar de miles de gemas que solo buscan la destrucción terrestre y de sus habitantes, he aprendido que la tierra es algo extraña y diferente a lo que solía ser el planeta madre, y, a pesar de eso he logrado apreciar todas sus bellezas tanto internas como externas, es algo que vale la pena proteger realmente.

- Exactamente, aunque la tierra pueda verse a vista de otros seres como una simple piedra hay que aprender a amarla. Su belleza es notoria una vez que le das una oportunidad...

Hubo un momento de silencio y tranquilidad, aunque había pasado solo un momento yo me paré y salí del granero, suguiendo a Peridot. Ella me mostró una pila de objetos cercana al granero. Nos llevamos algunas para dentro, comenzamos a apilarlas y a decorar el granero.

Estaba comenzando a lucir hermoso, teníamos todo tipo de raras formas y eaculturas apiladas ahí dentro. El granero ya comenzaba a parecer esa cosa a la que los humanos le llaman "museo."

Me pregunto que será un museo. Steven dice que un museo, dependiendo de lo que sea y cuál sea su temática es un lugar dónde se exponen distintas cosas, como "pinturas", objetos, fotografías o más cosas. Aunque la verdad no se que signifique pintura supongo que algún día podré buscar en la tableta que tiene Peridot.

El cielo lucía como una hermosa y colorida fotografía. Tenía tonalidades anaranjadas, amarillentas, celestes y algunas rojizas. Según Steven a eso se le llamaba "atardecer."

El atardecer es una de mis cosa favoritas de la tierra, es simplemente hermosa. Amo contemplarla tranquilamente, cerrar mis ojos y escuchar el aire de mi al rededor...

୨ 💧୧

Pronto comenzó a anochecer, yo me senté en la amaca que yo y Peridot habíamos colocado, luego me acosté y cerré mis ojos, tratando de realizar la acción que los humanos le llaman "dormir" y luego "soñar."

No lucía tan simple a priemera vista, pero una vez lo intenté lo logré. Soñé que volaba por el universo visitando distintas colonias en otros planetas establecidas por las diamantes amarillo, azul, rosa y blanco. Aunque las de diamante rosado llegaron a su fin luego de su destrucción, el resto de diamantes continuaron colonizando el espacio.

Desperté en lo que parecían ser las dos de la madrugada, Peridot estaba dormida. Aunque nosotras como gemas no necesitamos dormir es algo que hacemos para gastar parte de nuestro tiempo y no sobresalir tanto entre los humanos, a pesdar de que estos ya sabían y normalizaban al respecto de nuestra existencia.

Alguna vez estuve en el planeta madre. Y luego en la tierra, en donde me convertí en un maldito espejo por miles de miserables años sin poder salir. Aunque sigo y aún no puedo olvidar el mínimo resentimiento que aún guardo hacia las crystal gems por estar concientes de que yo me encontraba dentro de ese puto espejo y nunca me liberaron.

Cambiando de tema, al levantarme eran las dos de la madrugada. Caminé y con mis alas volé hasta el techo del granero. Me senté y contemplé el universo. Este siempre lo he considerado inmenso y hermoso, simplemente hermoso. Los luceros brillaban resaltando mi cabello azul que a la luz de la luna parecía color celeste. Oí pasos y era Peridot, quien se quedó mirándome por un momento, aunque luego subió hacia donde yo estaba.

Se sentó a mi lado y me dijo:

- Veo que eres bastante observadora. Amas el universo.

- Así es.

Estuvimos conversando por un largo rato. Al parecer nuestra relación había mejorado totalmente, ahora podíamos estar juntas sin la necesidad de pelearnos, mirarnos mal o generar algun tipo de rechazo hacia la otra.

Creo que Peridot comenzaba a agradarme.

Una estrella fugaz cayó del hermoso cielo estrellado, haciendo que las dos apuntaramos nuestras miradas que coincidieron por un pequeño momento, pero luego apartamos nuestras vistas para no seguir viéndonos directamente.

- Así que, Steven logró convencerte... - Dijo Peridot con una pequeña sonrisa surgiendo de su boca -, Te veías bastante terca a aceptar darme una nueva oportunidad, Lapis. Pero creeme, juro que cambié, lo prometo - Me prometió mirándome fijamente -, yo ya no soy la misma de antes... este lugar y sus habitantes me han cambiado.

- Peridot...

Por un momento me quedé un poco congelda por sus palabras, aunque simplemente decidí seguir hablándole. Aunque sabía que en el fondo ella tenía la razón totalmente y yo era solo una puta testaruda al no querer aceptarlo...

- ¿Si...?

- Nada, pero me preguntaba de que piensas sobre el hecho de quedarte aquí... - Le dije pensativa -, cuando lo pienso y pienso muchas veces no puedo olvidar que el planeta dónde fuí creada a cerrado sus puertas totalmente para mi. Que ahora deberé permanecer en la tierra por siempre y para siempre sin poder escapar... - Tragué -, Sé que este lugar es hermoso... Que sus habitantes me han recibido de una muy linda y buena forma, me han dado hogar y buenos momentos, aún no puedo evitar pensar en eso...

- Lapis... - Dijo pensando -, es totalmente normal que pienses así. Nos solemos aferrar a las cosas que amamos, y es totalmente imposible de soltar aquello a lo que nos hemos acostumbrado a vivir - continuó -. Comprendo totalmente tu actual situación... pero el presente es a lo que ahora te debes aferrar sin pensar mucho en el pasado.

- ¿¡Y cómo se supone que haga eso!?

- Solo olvídate del planeta madre. Verás que con el paso de los días te irás sintiendo mucho mejor.

- Creo que haz madurado un poco Peridot... y tienes razón, ya no eres la misma de antes - Dije un poco "azulada" -.

Ella notó mi "azulado" y rió un poco, al parecer había madurado un poco, aunque en el fondo nunca perdió su humor.

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28/7/2024
Abelia 💎
¡Disfruta!

୧ Luz eterna || Lapidot ୨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora