Emails i can't send you [Junghope]

6.

El turno de Jungkook apenas llevaba unos minutos que había comenzado y ya había atendido a más de diez mesas.

El establecimiento de comida era bastante grande, tenía un toque elegante y maximalista con diversas referencias de la cultura asiática por todos sus alrededores, con luz cálida y una vibra bastante hogareña. Podía ver como sus otros compañeros caminaban de un lado a otro en diferentes direcciones por todo el local tratando de no chocar unos con otros. Al ser la apertura de un nueva cadena recién establecida de comida se esperaba que fuera una noche algo agitada, sin embargo al ver la larga fila de gente doblando la calle esperando pacientemente entrar para disfrutar su cena, tanto él como sus demás compañeros se dieron cuenta que definitivamente el término "agitada" no sería correcto, más bien esa noche debería de ser descrita cómo "traumática".

—Ve a tomar el pedido de la mesa siete, rápido —escuchó la voz de su gerente sobre el bullicio de los clientes e inmediatamente caminó hacia la mesa.

Había estado bastante optimista desde que uno de sus amigos le contó que estaban solicitando personal en un nuevo restaurante en diferentes turnos, Jungkook no desaprovechó la oportunidad e inmediatamente metió su solicitud de empleo, con este sería su tercer empleo fijo durante los siete días de la semana. Muchos de sus amigos le preguntaban la razón por la que necesitaba mantener su agenda llena de trabajos de medio tiempo hasta que Jungkook les explicaba que entre las deudas de su departamento, sus gastos de la semana, sus estudios y los cuidados de su pequeño cachorro Bam apenas podía mantenerse a flote, e incluso ya estaba considerando tratar de que el gobierno incluyera más días a la semana para poder trabajarlos también, siete ya no eran suficientes.

Sin embargo quejarse no era una opción, que le hayan dado el empleo fue reconfortante después de su racha de mala suerte, parecía que desde desde hace meses el universo había conspirado en su contra proponiéndose hacer su vida más complicada y tediosa.

Todo empezó un algunos días después del encuentro en el baño con Hoseok, el recuerdo de esa noche aún lo perseguía hasta dentro de sus sueños. En un inicio pensó que sería divertido follarse al omega que bailaba libremente entre la gente como si no portara un traje serio, frío y formal, aún cuando follar a desconocidos en bares no era una práctica que hiciera con frecuencia, según a sus creencias a veces necesitas follarte a un omega tan bonito como Hoseok para mantenerte saludable.

Creyó inocente que el le estaba haciendo un favor al omega cuando lo volteo a mirar esa noche, pero indudablemente su percepción cambió completamente cuando lo tuvo cerca de él, lo primero que golpeó completamente su atención fue su olor... de solo recordar lo bien que olía sentía como la base de su polla se volvía a hinchar, no había palabras para describir como su olor lo volvió completamente adicto, si por él hubiera sido habría pasado la noche entera con la cara escondida en su cuello, aún podía sentir el toque suave de la vainilla siendo caramelizada sobre su boca, solo quería besar, morder y chupar.

Y así lo hizo.

Incluso cuando la hinchazón del nudo había bajado por completo no había querido apartarse del omega. Hoseok era sin duda un diamante escondido entre un montón de ropa seria e incómoda.

Quería más, la marca reciente, el nudo formado y su aroma fueron solo el detonante para que Jungkook no quisiera apartarse jamás de él, aunque el fondo sabía que el omega se había arrepentido de todo lo que había pasado esa noche cuando lo vio salir de manera seria y distante del baño, lo cual era muy gracioso porque algunos minutos antes había estado llorado de placer, Jungkook no lo juzgaba, después de todo el también creía haber llorado un poco de felicidad cuando finalmente se la metió.

—¡Jungkook! ¡Rápido!

Jungkook finalmente había dejado de divagar e inmediatamente corrió hacia el otro lado del restaurante.