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Narrador omnisciente.


Desde que se sentaron el no habia podido dejar de mirarla. Ella con su sonrisa radiante, carisma y risa, lo había hipnotizado.

Mientras charlaban y compartían historias, el se encontró cada vez mas atraído por su personalidad y belleza.

Ella por su parte, notaba su mirada, pero no podia mirarlo a los ojos. Habia comenzado a sentir una conexión especial.

Mientras comían, sus conversaciones se volvían cada vez mas significativas.

El teléfono de mauro comenzó a vibrar, el chico palpeo sus bolsillos y saco el aparato. Miro la pantalla y se disculpo con la chica por tener que retirarse a atender el llamado.

Cuándo paso por detrás de ella su mano rozo con el hombro de la rubia. Para el ese contactó habia pasado desapercibido pero, para la de ojos azules ese mínimo contacto habia provocado mucho en ella.

Aquel roze la había hecho que su cuerpo se tensara, sus mejillas se tornaron de un color rojo y en sus labios se habia formado una sonrisa inconscientemente.

-Estas roja - dijo thomas. Mientras tomaba su gaseosa.

-Callate - María reto a su novio por el comentario.

-Y ¿que onda? Vi mucha charla yo - dijo, mientras miraba a la rubia la cual trataba de esconder su sonrisa.

-Nada, charlamos nomás mari... No paso nada boluda - explicó Fiorella.

-Amiga, vos viste como te miraba, ó sea ni thomas me mira asi... Nah mentira amor - Becerra abrazo a su pareja la cual la miraba indignado.

-Che igual, tipo al lit le pareces linda, eh - comento el morocho.

-Pero...- la voz de mauro interrumpió lo que iba a decir la cordobesa.

-Ya volvi, ¿De que hablaban? - indagó.

-Nada... - respondió maria sonriéndo.

...

-¿Vamos yendo? Tengo un re sueño - rasco sus ojos la del setptum.

-Uhh si, nos tomamos un Uber nosotros, ¿La podes llevar a tuli a la casa? - pregunto maria con una notoria sonrisa.

-Noo, no te hagas drama me tomo un Uber - se negó Fiorella.

-Nah, vamos que te llevo - afirmó el chico.

-Posta, no te molestes voy en Uber - volvió a insistir la chica.

-Llevala, porfavor - hablo María subiéndose al Uber.

-¡chau! - se despidió la pareja de los dos.

Después de despedirse de la pareja mauro y fiorella fueron en busca del auto del chico.

El mas alto tocó la alarma de su coche y un chevrolet tracker blanco activó sus luces.

Mauro se adelantó y abrió la puerta de copiloto para que aquella pueda entrar.

-Gracias... - agradeció la chica.

-De nada.

Subió al asiento de piloto y prendió el motor para poder avanzar y asi llegar al departamento de la cordobesa.

Millones de cosas empezaron a llegar a la mente del chico, el cual para despejar un poco su cabeza puso música.

-¿Que pongo? - preguntó.

-Cualquier cosa - dijo tuli.

-¿Queres poner vos? - ofreció el chico.

-Bueno.

Conectó su teléfono a la pantalla para después poner rios de sal de tiago.

-¿La cambio? - pregunto.

-No, dejala me gusta...

El trayecto fue en silencio, ninguno de los dos se atrevía a romper aquel silencio que habia.

La voz de aquel cantante de monte grande era lo unico que se escuchaba en ese momento, fiorella movia su cabeza al ritmo de la canción mientras mauro miraba al frente.

...

Mauro se detuvo en frente de la puerta del edificio tomo una bocanada larga de aire y dudando un momento antes de hablar. La chica lo miró sonriente, esperando que dijera algo.

-Che, la pase re bien hoy... - Dijo aquel tratando de sonar casual.

-Estaria piola, volver a repetirlo.

La de cabello claro asintió con una sonrisa.

-Si, obvio - respondió.

El de tez blanca se ánimo, tomando aire antes de continuar.

-Y para eso necesitamos una manera de comunicarnos, paloma mensajera o me pasas tu número, no sé.

La cordobesa rio, su mirada brillaba.

-Mmm no sé, creo que te voy a dar mi número - dijo sacando su teléfono - pero lo hago porque no me gustan las palomas - chistio.

El chico sonrio, sintiendo una sensación de alivió y emoción.

-Dale, decilo no te resistis a mi belleza - chistio, mientras agendaba el número de aquella en su telefono.

En cuanto terminaron, la rubia algo nerviosa se inclino hacia adelante y dejo un beso suave en su mejilla.

-Chau - susurro mientras salía, sin esperar respuesta de aquel.

Aquel algo nervioso, sintiendo su corazón latir fuerte musito un "hasta luego". Mientras observaba como se alejaba hacia la puerta del edificio.

Luego de asegurarse de que habia entrado, arranco el auto y se fue a su casa.


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HASTA Q SUBI EL CAPÍTULO

 L - I - T        //     𝑳𝒊𝒕 𝑲𝒊𝒍𝒍𝒂𝒉, 𝑻𝒖𝒍𝒊 𝑨𝒄𝒐𝒔𝒕𝒂  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora