[Apoye las desiciones de su pareja... O no]
🍓🍊
La semana siguiente había sido tranquila. Al parecer Gakushū solo necesitaba desahogarse para poder sentirse mejor y comenzar a aceptar que, a pesar de todo, su vida académica y su vida personal no estaban intrinsecamente relacionadas.
—Buenos días —dijo antes de comer un bocado de su sandwich.
—Sí, ajá —dijo con voz cansada, bostezando y estirándose.
—Karma… son las 11:30 —rió suavemente, mirando a su novio desde la impsovisada mesa consistente en una tabla con un montón de cajas abajo.
—¿Y? —se acercó a él y sin ninguna pena, se inclinó y de dió un mordisco al sandwich en las manos ajenas—. No tengo nada que hacer.
—No hables con la boca llena —señaló suavemente—. Y sí, sí hay cosas que hacer; cocinar, lavar la ropa, comenzar a desechar las cajas…
—Buda —se quejó—. ¿Todos los domingos te despiertas con aires de señora?
—Karma…
—Ya sé, ya sé —suspiró—. Supongo de la fase de luna de miel ha terminado. Ahora vienen las discusiones sobre el dinero de la renta y quién va a las juntas escolares de los niños.
—Primero —comenzó a enumerar Gakushū con los dedos—, no ha habido luna de miel porque no nos hemos casado aún. Segundo, no pagamos renta, el departamento es nuestro. Tercero y más importante, no tenemos hijos —terminó su sandwich.
—Quizá podríamos intentar…
—Son las 11:30 de la mañana.
—Ugh, primero hablabas como si fuera muy tarde y ahora resulta que es muy temprano. Ni tú te entiendes —bromeó con una sonrisa. Asano lo miraba con una expresión seria, por mucho que quisiera reír—. Okay, okay, está bien —bufó, rodando los ojos—. Tu ganas. ¿Qué hago?
—Desayuna primero, ¿sí? Luego veremos —se levantó de la mesa, dejando su comida en el plato y caminó hacia el refrigerador, una de las pocas cosas que tenían además de la cama, un microondas y una pequeña lavadora—. Te preparé waffles.
Karma no pudo evitar sonreír, un sentimiento cálido se extendió por su pecho. A pesar de que ya habían pasado bastantes años de regalos, halagos y pequeños actos como ese, que parecían insignificantes, el pelirrojo no podía pasar por alto lo lindo que era tener a alguien a su lado, alguien que se preocupara por él.
—Ah~ Debes amarme mucho para prepararme waffles solo a mi aunque a ti no te gusten, Shū~
—¿Yo? ¿Amar a mi prometido? Jamás —bromeó, metiendo el plato con comida al microondas.
—Todo un romántico, cariño —rió, rápidamente yendo a abrazar a su pareja; lo abrazó por detrás, poniendo sus manos alrededor de su cuello.
—Sí, ajá —rodó los ojos a pesar de que realmente estaba sonriendo y conteniendose de no girarse para besarlo—. Veremos qué tan romántico soy si no lavas la ropa.
—Aguafiestas —puchereó.
A pesar de todo, Gakushū, como buen novio, terminó poniendo la ropa a lavar mientras Karma cocinaba. Por más que odiara admitirlo, el pelirrojo era mucho mejor en la cocina que él.
Lavar, cocinar, aspirar, desempolvar, doblar. Cuando al fin se sentaron a comer, ambos estaban exhaustos.
—Dios , nunca había estado tan cansado en mi vida —bufó Gakushū, dejando su cabeza caer sobre la improvisada mesa.
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Cómo sobrevivir al amor de tu vida [Asakaru]
FanfictionCómo sobrevivir al amor de tu vida; La guía definitiva. Si estás leyendo esto y tu nombre no es Asano Gakushū, te invito a retirarte. Pero si lo es... ¡Bienvenido, este manual está especialmente escrito para ti! En este libro encontrarás, entre otr...