Luz de luna

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— Pan, ¿qué carajo? — gritó Max cerrando la puerta de la entrada.

Había dejado a los pequeños con un chico llamado David después de unas horas y entró a la casa decidida a saber el por qué de aquel arrebato del chico con el que actualmente vivía.

— ¿Pan? — buscó por todos lados pero no había señales del chico hasta que se topó con aquella puerta subterránea, la abrió y al ver pura obscuridad buscó algo que pudiera ayudarle a cerca de la pared pero se negó a entrar — no, así empiezan las películas de terror, si estás ahí te veo en la cocina, si no, no salgas seas lo que seas, gracias — cerró la puerta y corrió escaleras arriba.

Suspiró pensando en dónde podría estar pero realmente aún no tenía idea, camino hasta la puerta principal y abrió la misma asustándose al ver a Félix frente a ella.

— Mierda, Félix — le dijo ella tocando su pecho tratando de calmar su corazón.

— ¿Viste a Pan? — cuestionó mirando al interior de la casa.

— Justo eso quería preguntarte a ti, hace horas llegó al lago y me atacó o algo así, no entendí ni una mierda de lo que dijo, después salió volando y no tengo ni puta idea de dónde está — Max suspiró molesta.

— Creo que ya sé dónde está y por qué se puso así — miró hacia el bosque y después a la rubia frente a él.

— ¿Entonces? — ella lo miró expectante.

— Entra — le dijo y ambos entraron para sentarse en los sillones de la sala, Félix comenzó a juguetear con sus manos — bueno... cuando cambiaste tu... cabello, incluso yo pensé que eras Wendy — la miró.

— Wendy, como... ¿esa Wendy? — ella estaba genuinamente confundida.

— Sí, mira, no me corresponde a mí contarte lo que pasó entre ellos porque Pan es mi amigo y no divulgaría algo suyo sin su consentimiento, en algún momento tú y él hablarán de sus razones pero lo único que te puedo decir es que ellos no terminaron del todo bien y para Pan pudo ser un golpe duro revivir esos recuerdos — Max miraba con atención al rubio.

— Pero es uno justifica que me emboscara de la nada — comentó ella con molestia.

— Lo sé, no lo justifica obviamente pero entiéndelo, Pan solo está rodeado de hombres que son igual de idiotas que él, no se pone a pensar mucho en lo justo y lo correcto, antes de que llegaras aquí puso a Chris y Tristan en una pelea por un pedazo de jamón — Max soltó una riza nasal y miró al suelo — sé que no es santo de tu devoción pero entiéndelo un poco,¿si? —

Era evidente el afecto de Félix hacia Pan, Maxxine no sabía si Pan era capaz de expresar eso por Félix pero algo en ella le decía que sí, pues al final de cuentas Pan no era un robot sin aprecio por las cosas o personas.

Félix lo quería, era como su hermano y eso era evidente con cada acto de lealtad que el rubio le demostraba al chico.

Max se preguntaba qué clase de cosas buenas habría hecho Pan para ganarse a un amigo de ese calibre, pues a su parecer alguien como Félix siendo tan amable no podía serle tan leal a una víbora ponzoña como Pan.

Finalmente Max accedió a tratar de empatizar más con el chico y darle tiempo y espacio, se despidió de él viéndolo salir y se dirigió al baño para hacer sus necesidades.

Frente al espejo, mientras se lavaba las manos pensaba en el chico y en dónde podría estar pues no me había preguntado a Félix, también se preguntó si el rubio fue a buscar a su mejor amigo o realmente Pan necesita un tiempo a solas.

Su mirada estaba fija en la toalla que tomó sin darse cuenta y secó sus manos antes de mirarse en el espejo, los cabellos rubios y sus ojos azules, ella se veía a sí misma como una chica muy bonita, si lo era para el resto realmente no le importaba pues ella se sentía cómoda y encantadora, eso fue algo que su padre siempre le enseñó.

BASTARD - Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora