¿Cómo matar a un hada?

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Max luchaba contra algunas ramas y hojas enormes en su camino hasta llegar a donde Pan solía citarla para sus prácticas.

Al llegar miró por todos lados y no hubo rastro del chico lo que la hizo bufar.

— Idiota, ni siquiera es puntual — dijo entre dientes.

— Lo soy — dijo el más alto detrás de ella haciéndola saltar en su lugar.

La chica se giró con molestia y golpeó su estómago ofendida haciendo que el chico se retorciera un poco.

— No estaba listo — dijo sin aire.

— Yo tampoco, ahora deja de quejarte y a lo que vinimos — de dio la vuelta y comenzó a prepararse para sus clases.

Pan soltó un resoplido y se enderezó resignado.

— Deberías respetarme más si tengo un arco a la mano — le dijo.

— Sí... no lo creo, siendo honesta prefiero morir por burlarme de ti — le regaló una sonrisa.

— Solo di que estás obsesionada conmigo — la chica soltó una carcajada que provocó que algunas aves del lugar salieran volando mientras Pan la miraba mal.

— Ni loca — se giró para tomar una flecha y colocarse en su posición.

Pan sonrió con maldad y espero a que estuviera por apuntar hacia el objetivo.

— Hablando de eso, ¿recuerdas nuestra primera conversación? — cuestionó acercándose.

— Obvio no — respondió.

— Bueno, te recuerdo que te dije que para mantener tu seguridad en la isla debías tomar un papel... importante, como mi novia — explicó tranquilamente haciendo que los movimientos de Maxxine se detuvieran momentáneamente — pero nunca cumpliste con eso y ahora los niños de la isla están comenzando a sentirse con derecho de poder estar más cerca de ti de lo que deberían y por ende están ignorando el hecho de que podría arrancarles el corazón a cualquiera de ellos — Max intentó ignorar un poco y apuntar con más seguridad — así que si no quieres mancharte las manos de sangre creo que lo mejor es que comiences a cooperar, Max — su mano se posó en su cintura haciendo que la chica se asustara y soltara la flecha haciendo que ésta saliera disparada hacia la vegetación.

Soltó el arco y se di la vuelta para dar un paso atrás saliendo de su agarre.

— ¿Estás idiota? — dijo ella como si le hubiese confesado un crimen.

— No, preciosa, fui muy claro desde el principio sobre tu papel aquí y lo dejé pasar por mucho tiempo, es hora de que comiences a respetarme antes de que los demás crean que también pueden pasar sobre mi y mi autoridad — cruzó sus brazos.

— No voy a hacer eso, Pan, ni loca, jamás accedí y no voy a cooperar con algo así — se negó.

— No te pregunté si querías o no, es una orden, Max — rodó los ojos.

— ¿Y si no lo hago qué? — lo retó — ¿qué planeas hacer? —

— Max... cállate — dijo con fastidio.

— ¿Planeas golpearme? — ella insistió.

De un momento a otro Pan la tenía entre sus brazos a varios metros del suelo.

— Puedo dejarte caer ahora pero... ¿en qué clase de novio me convertiría si hiciera eso? — le dijo al mismo tiempo que la chica se aferraba a él con pánico — así que no serías tú a quien castigue por tu imprudencia, qué te parece... — su mirada viajó por tierra antes de que sus ojos se detuvieran en un lugar que Max no se atrevió a mirar por el pánico de mirar abajo.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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BASTARD - Peter PanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora