¿𝐂𝐚𝐧𝐭𝐚𝐫 𝐣𝐮𝐧𝐭𝐨𝐬?

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La luz del atardecer se filtraba a través de las ventanas del club de música, bañando todo en un resplandor que transmitía tranquilidad

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La luz del atardecer se filtraba a través de las ventanas del club de música, bañando todo en un resplandor que transmitía tranquilidad.

Thomas y yo estábamos frente a frente, la tensión entre nosotros era casi palpable.

Todo comenzó cuando al imbécil se le ocurrió bromear con el tema de los crímenes que venían sucediendo en el pueblo, al decir que yo sería la siguiente en aparecer sin vida.

Thomas Anderson... No tienes ni la más mínima idea de con quién estás jugando.

- Vamos, Spencer, es solo una broma .-dijo Thomas, con una sonrisa burlona-

No es gracioso, idiota. - repliqué, sintiendo cómo la ira hervía dentro de mí- No después de lo que le pasó al hermano de Fabián. No es algo con lo que se deba bromear.

Thomas se quedó pensativo, al parecer padecía de memoria a corto plazo. Estaba burlándose de todas las víctimas, incluido el hermano de su amigo.

El profesor, que había estado observando desde el fondo de la sala, se acercó con pasos decididos.

Ya es suficiente -interrumpió- Thomas, Spencer, parece que necesitan aprender a trabajar juntos. Así que prepararán una canción para el baile de inicio de curso.

Thomas y yo intercambiamos una mirada de incredulidad. "¿Juntos?" preguntamos al unísono.

Ambos sabíamos que no teníamos otra opción. La música sería nuestra tregua, un campo de batalla y, quizás, algo mucho más que eso.

La puerta se cerró de golpe detrás de mí, un sonido que resonaba con la frustración que sentía

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La puerta se cerró de golpe detrás de mí, un sonido que resonaba con la frustración que sentía. Aiden estaba en la sala, rodeado de libros, papeles esparcidos por todas partes y notas garabateadas cubrían la mesa del salón.

¡No lo vas a creer! -exclamé, lanzando mi mochila al sofá.- El profesor nos ha emparejado a Thomas y a mí para el baile de inicio de curso. ¡Tengo que cantar con él! - Aiden levantó la vista, una sonrisa juguetona en su rostro-

¿Con Thomas? Eso suena... interesante -dijo, y su risa llenó la habitación.-

No es gracioso -repliqué, aunque una parte de mí no podía evitar sonreír ante su buen humor.- Él es insoportable, y después de su broma de mal gusto sobre Spencer será la próxima víctima en el pueblo... -imité la voz de Thomas de manera graciosa al final-

Aiden rió pero luego se puso serio por un momento.

Lo sé, lo sé. Es un idiota. Pero mira el lado positivo, podrías descubrir que tienes una química increíble en el escenario.

Sus palabras me hicieron considerar la situación desde otra perspectiva. Después de todo, ¿qué era lo peor que podía pasar?

Matar a Thomas en el escenario delante de toda la Universidad...

- Supongo que tienes razón - admití a regañadientes. Cambiando de tema, noté los documentos que Aiden estaba estudiando.- ¿Qué es todo esto? - pregunté-

No es nada... -intentó restarle importancia-

Conozco muy bien a Aiden Morgan y él no estaría investigando y leyendo libros aburridos si no desconfiara de algo. -él sonrió-

Hombres lobo - respondió simplemente, como si estuviera hablando del clima.- Creo que podrían estar de regreso...

- ¿Crees? -Un escalofrío recorrió mi espalda.-

No estoy seguro aún, pero algo está sucediendo. La tía de una de tus compañeras tiene un brazalete lunar. -dijo Aiden, cerrando un libro con un golpe seco- Pero no te preocupes, Spencer. Si están de regreso, estaremos listos.

- Si... también pude notar el brazalete de Valentina -el asintió- ¿Qué vamos a hacer?

- Lo que siempre hacemos -dijo Aiden, con una sonrisa confiada.- Nos enfrentaremos a ellos. Juntos, como la familia que somos y el legado que compartimos y mantenemos en secreto.

Su seguridad era contagiosa, y por un momento, la idea de enfrentar lo desconocido no parecía tan aterradora.

- Iré ayudar a la tía Lilián con la cena, ¿Quieres que te traiga algo? -pregunté amablemente-

Él recogió su computadora junto a los libros y papeles que estaban en la mesa y se dirigió a su oficina.

- Una copa de vino no estaría nada mal... -me guiñó el ojo dándome a entender que no era vino lo que le apetecía, era Sangre. Yo solo reí mientras negaba- Spencer, por favor intenten vigilar a Valentina, junto a Aurora.

Asentí y supe que algo grande se acercaba, teníamos que estar preparados para lo que se venía.

Después de todo, no importaba lo que viniera, Los Morgan nos enfrentaríamos juntos a lo que sea.

𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉 𝐌𝐨𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora