𝐐𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐢𝐞𝐧𝐜𝐞 𝐥𝐚 𝐛𝐚𝐭𝐚𝐥𝐥𝐚.

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La tensión en el aire era palpable mientras esperábamos la señal en completo silencio

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La tensión en el aire era palpable mientras esperábamos la señal en completo silencio. Cada uno de nosotros estaba inmerso en sus pensamientos, preparando nuestras mentes y corazones para lo que estaba por venir. Mis manos temblaban ligeramente, pero la determinación de salvar a Aurora me mantenía firme.

De repente, la puerta del garaje se abrió de golpe y vimos a Aurora salir corriendo, su figura delgada y pálida iluminada por la luz del anochecer. Era la señal que habíamos estado esperando. Nos preparamos rápidamente, sabiendo que no había vuelta atrás.

- ¡Ahora! - grité, sintiendo una oleada de adrenalina recorrer mi cuerpo.-

Chris recibió a Aurora y le dió bolsas con sangre que tenía guardadas para ella. Aurora las bebió rápido y una vez lista, fuimos hacia el garaje para acabar con esto de una maldita vez.

Nos lanzamos hacia el garaje, nuestras armas listas y nuestras mentes enfocadas en la batalla que sabíamos sería feroz. Al entrar, me di cuenta de que no estábamos solos con Katherine. Había un hombre con bata de laboratorio, el científico de la universidad, trabajando junto a ella. Spencer estaba atada a una silla. La sorpresa me golpeó con fuerza, pero no había tiempo para procesarla.

- ¿Qué demonios? - exclamó Fabián, con los ojos abiertos de par en par.-

- ¡No podemos permitir que le hagan algo a Spencer! -gritó Dylan, apretando los puños.

La lucha comenzó de inmediato. Katherine nos atacó con una fuerza abrumadora, mientras sus sirvientes se lanzaban sobre nosotros. Los sonidos de la batalla llenaban el aire: gritos, golpes y el chasquido metálico de las armas chocando. Dylan y Aurora clavaron sus colmillos en varios cuellos, los chicos se defendían con sus armas y yo, esperaba a que la luna llena llegue a su altura máxima. Hacíamos lo posible por sobrevivir, pero Katherine demostraba ser más fuerte de lo que habíamos anticipado.

- ¡Valen, cuidado! - gritó Fabián, bloqueando un ataque dirigido a mí.

Lancé una mirada rápida a Dylan, quien se estaba enfrentando al científico. Con una determinación feroz, Dylan logró acorralarlo y, en un movimiento rápido y decidido, terminó con su vida. El cuerpo del científico cayó al suelo, y por un breve momento, pensamos que habíamos ganado una pequeña ventaja.

Rápidamente corrí hacia Spencer para desatarla de la silla y así podernos ayudar.

- ¡Listo! -grité al dejar a Spencer libre-

- ¡Dylan! -esta vez Spencer soltó un grito desesperado -

Katherine no se detuvo. Cuando se volvió hacia Dylan, sus ojos brillaban con una furia asesina. Se movió con una velocidad aterradora, y en un instante, estuvo sobre él, lista para asestar el golpe final.

La bruja soltó un hechizo y varias criaturas extrañas comenzaron a golpearnos. Los chicos disparaban con sus armas para lograr detenerlos, pero eran demasiados.

Aurora y yo intentamos recomponernos, levantándonos del suelo donde habíamos caído durante la batalla. Sabíamos que teníamos que actuar rápido para salvar a Dylan, pero nuestras fuerzas estaban casi agotadas.

- ¡No te atrevas, Katherine! - gritó Aurora, con una valentía inesperada en su voz.

Sentí una rabia ardiente dentro de mí, y sin pensarlo dos veces, me transformé en mi forma de lobo. El aullido que salió de mi garganta resonó por todo el garaje, llenando el espacio con una amenaza palpable. Mi imponente figura se lanzó hacia las criaturas con una fuerza y agilidad sobrenaturales, dejándoles el paso libre hacia Katherine a mis amigos.

- ¡Eso, valen! - exclamó Thomas, tratando de animarme mientras él y Fabián se enfrentaban a los sirvientes de Katherine.-

El tiempo parecía detenerse mientras Katherine levantaba su arma, preparada para acabar con Dylan.

- ¡Déjalo en paz! -gritó Spencer tratando de llegar rápidamente a donde estaba Dylan y Katherine-

Iba a matarlo. Iba a matarnos uno por uno.

- ¿Creían que podrían vencerme tan fácilmente? - se burló Katherine, su voz goteando veneno.- Estás acabado, Miller. Te mataré a tí y luego a tu queridísima novia. Como dijo tu querido hermanito, nos vemos en el infierno.

La desesperación llenó el aire mientras nos enfrentábamos a la cruda realidad de nuestra situación. Katherine seguía siendo más fuerte y más peligrosa de lo que habíamos imaginado. Sin dudarlo, se preparó para clavarle su espada en el pecho a Dylan.

Era nuestro fin. 

𝕭𝖑𝖔𝖔𝖉 𝐌𝐨𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora