El Campamento | Drarry

-Capitulo 9-

Cuando los chicos llegaron hacía su destino: el comedor, se percataron de que no había absolutamente nadie, estaba todo vacío y en silencio. Es cierto que por el camino no se cruzaron a nada tampoco, aunque bueno, mentirían si dijeran que no escucharon alguno que otro paso detrás de ellos, siguiéndolos.

La mitad de ellos eligieron una de las muchas mesas de aquel lugar y se sentaron. Pero los otros negaron rotundamente, se dieron la vuelta y empezaron a buscar por todo el lugar, buscando respuestas.

La mitad que se había quedado sentada, con muchas dudas en sus cabezas fueron más inteligentes y se fijaron la hora. Sorprendiendose ante está acción.

Eran las 2:17 am. ¿Cómo había pasado el tiempo tan rápido? Ni ellos mismos lo sabían.

Pero estaban tan metidos en la mirada confundida y tan perdida de Harry, que no se preocuparon tanto por eso. Cédric se paró de su asiento y se fue por el mismo lugar que antes habían desaparecido los demás con la decisión de ir a avisar.

Pasaron unos minutos, que para Harry y algunos más fueron eternos, hasta que llegaron los que faltaban.

—¿Y bien? —reclamó Hermione. Harry suspiró.

—¿Y bien, que? —Harry se recostó en su silla, cruzando los brazos.

—Ni te hagas, ¿que pasó? —Pansy se encimo sobre la mesa, mirando con desafío al chico con pelo azabache que tenía delante.

—Nad-- —Harry no pudo terminar, siendo interrumpido por Theo.

—Solo sueltalo, Harry —espetó Theo.

—Bueno, digamos que ese bosque no es todo lo que parece —Harry se rascó la nuca, mientras todos lo miraban expectantes.

(Flashback)

Habían ramas tiradas por doquier, junto con las hojas que caían de los árboles en movimiento, golpeando contra el suelo en un golpe seco, siendo inaudibles gracias a la ráfaga de viento que hacía.

Estaba a tan solo unos metros de la fogata que habían armado con los chicos, pero aún así escucho la voz de... ¿Ron?

No lo sabía, pero no sé preocupo tanto por eso y siguió su camino, pero no negaría que el ambiente que había era tan pesado y tenso que le provocaba que escalofríos recorrieran por todo su cuerpo.

Siguió y siguió caminando sin parar y sin mirar atrás. Aunque no sabía si era su mente jugándole una mala pasada o si realmente estaba pasando, pero mentiría si dijera que no estaba escuchando pasos tras el.

Reuniendo todo su valor, aferrado a su varita y a su linterna se giro sobre sus pies. Encontrándose con la nada misma.

Pero algo andaba mal, el lo sabía, lo presentía. Sin embargo siguió, siguió de la misma forma que hizo todos los años, siguió sin mirar atrás, por más que su instinto y corazón le rogaban que se diera la vuelta y corriera en busca de los chicos, siguió.

[...]

Harry llevaba ya un buen rato caminando, si es que así se le podría decir.

No era consciente de nada, solo sabía que trotaba sin parar buscando algo que ni el sabía que era. Su alrededor se había formado en algo más oscuro, por lo que daba a entender que ya era tarde, hacia más frío y mucho más viento. Escuchaba sus dientes rechinar, su cuerpo temblar y a sus pies arrastrarse entre el pasto seco y las hojas caídas de los arboles, envolviendose entre sus brazos a si mismo buscando calor y apoyo siguió su camino, el cual ya no existía.

Allí cayó en cuenta. El camino.. Ya no existía uno. Su cuerpo se tenso, sus brazos cayeron de alrededor suyo y sus rodillas se inclinaron, pidiendo descanso. Pero no, el quería seguir. Algo dentro suyo le decía que estaba cerca. Por más que suene idiota, estaba cerca. Solo que todavía no sabía de qué.