El Campamento | Drarry

-Capitulo 4-

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Narrador omnisciente:

Estaban caminando hacia las afueras de Hogwarts, muchos estaban confusos, otros simplemente no estaban en ese mundo y solo uno que tenía la cabeza baja con una mezcla de emociones en si mismo, tantas que juraba que con solo un abrazo podría llorar, y si, ese era Harry, esas acciones no pasaron por alto de los chicos quienes querían explicaciones si o si y no aceptarían un "no lo sé" como respuesta.

—Bueno hemos llegado alumnos... — dijo Dumbledore cuando habían llegado al patio y estaba el micro esperando. En ese momento todos prestaron atención dejando los problemas de lado, prometiendo se en arreglarlos, obvio, pero quien por mucho que lo intentará no podía era Harry, pero aún así estaba feliz y demostraba esa sonrisa encantadora que siempre tenía —. ¡Vamos que esperan suban! ¡Les espera una fabulosas vacaciones! —añadio Dumbledore con una sonrisa, feliz, como si nada antes hubiera pasado.

Dicho esto todos comenzaron a subir, era gigante, pensaron todos, pero alguien se quedó abajo del micro por un brazo que detuvo todos su movimientos, Dumbledore. Todos se dieron cuenta que Harry quedó abajo con Albus y automáticamente abrieron una ventana, disimuladamente, para escuchar la conversación.

—Harry, mira de verdad te apre-- — empezó a decir Dumbledore a Harry quien estaba realmente mal, su sonrisa se había evaporado, como si nunca hubiera existido.

—Si verdad me "apreciarás" no estarías haciendo absolutamente nada de lo que me haces —le interrumpió Harry con una mirada de decepción completamente notable, la cual sorprendió a los chicos que espiaban esa situación, no entendían absolutamente nada.

—No permitere que me hables de esa manera Harry. ¿Me entendiste? Además es tu deber yo solo estoy dando un empujoncito, que tu seas un inmaduro y egoísta que no aprecias nada de lo que yo hice por ti, es tu problema, tienes que aceptar tu futuro y nadie podrá cambiarlo, recuerda lo que leíste, “los héroes nunca podran ser felices, por qué siempre vivirán para los demas” —le reclamó Albus a Harry quien por cada palabra ponía más una cara de confusión total y los demás tampoco eran la excepción.

—Tu no hiciste absolutamente nada por mí, solo me diste más y más presión. ¡Por qué mierda tengo que salvar un mundo que me odia! Todo lo que hice fue vivir para los demás, cambie por ti, por mis amigos y por todas las demás malditas personas y lo único que haces es exigirme más, estoy harto, no salvaré un mundo que me odia, por qué nunca quise ser un héroe. ¿Alguien lo va a entender de una maldita vez? —le alzó la voz Harry con una mirada entristecida y enojada, mientras que la mirada de furia de Dumbledore fulminaba completamente a el azabache.

—No te estoy pidiendo una opinión Harry, lo harás por qué lo harás, deja de inventar un maldito sufrimiento inexistente, deja de ser una maldito mentiroso e egoísta, así te quedarás solo, Harry, no te queda otra, a menos que quieras que tus propios amigos se retuersan en el puto piso de mí oficina por tu culpa —le respondió Dumbledore mientras alzaba la voz pero manteniendo la tranquilidad para que los demás no los escucharan, mientras que Harry desviaba la mirada cristalina de los ojos de Albus intentando no llorar con solo imaginar la imagen de sus amigos siendo torturados por su propio mejor amigo. Los demás adolescentes que escuchaban esa conversación fruncian el ceño cada vez más, buscando una explicación y también por la manipulación notoria hacia Harry, quien claramente no podía hacer nada contra eso.

—Eres una mierda Dumbledore, de verdad no puedo creer que llegarás hasta estos extremos, confíe en ti y, ¿esto es lo que haces?, debí haberme dado cuenta antes, no te importo, a nadie le importo realmente, lo único que les importa es que su preciado "héroe del mundo mágico" les salve sus malditas vidas, sacrificando la suya propia —le respondió Harry dándose la vuelta para subir al micro sin siquiera dejar que le responda dejando a un Albus echo furia, mientras que los chicos se sorprendían más viendo un poco la situación de Harry pero cuando se dieron cuenta que el azabache subía las escaleras rapidamente cerraron la ventana y se separaron fingiendo tranquilidad y como si nada hubiera pasado.