Writing Our Love (Teaduo)

10: Final

Incluso en días nublados, cuando el sol era cubierto por las nubes grisáceas, ella parecía relucir entre tanta gente.

O eso sintió Bagi, cuando vio por primera vez a Tina. Un increíble sentimiento, una atracción instantánea y algo nuevo, algo desconocido naciendo en su interior. Suponía que era atracción, sin embargo, con el paso de los días, está se tornaba en algo más fuerte, más profundo, era lo que la gente llamaba "gustar de alguien" o bueno, así era hasta que un día Cellbit, su hermano, llegó corriendo hacia ella contándole que el chico que estaba conociendo, Roier, le había contado que Tina fue quien reveló todo sobre la relación de Quackity, ella que se había vuelto unida al híbrido de patito y vio lo mucho que le había afectado así que decidió eliminar cualquier sentimiento por la castaña.

Obviamente, no salió como esperaba.

No cuando ella entro por primera vez al club, su rechazo fue inmediato, sin embargo, con el paso de los días, al haber aceptado su ayuda se dio cuenta que juzgar a las personas era un poco tonto, todos cometemos errores, ella lo hizo y se disculpo con su amigo, así que por un momento, supo que tenía que hacer algo, acercarse, queria estar junto a Tina.

Amaba verla sonreír, amaba ver ese cabello ondulado balancearse de un lado a otro cuando la castaña caminaba hacia ella, de alguna forma, cuando menos se dio cuenta, ya había caído por esa linda híbrida.

Ahora que se encontraba frente al lago en donde cito a la chica, su corazón se siente como si fuese a explotar y sus nervios la mantenían alerta.

—Hola Bagi...— Tina apareció, llevaba en su mano una bolsa y en la otra y pequeño pastelito que fácilmente podrían comer las dos.

—¡Tinaa!— Bagi se levanto y corrió a la castaña para ayudarle; era increíble lo especial que se sentía estando a lado de Tina, de su chica bonita.

El día transcurrió entre risas y coqueteos, no era raro entre ellas, además había una especie de química, una atracción que las mantenía hombro con hombro, intentando mantener el contacto físico, amaban eso.

Algo en el ambiente les decía que este día sería diferente a los otros, Tina lo descubrió cuando su mirada se conecto con la de la castaña, sonrío levemente cuando Bagi puso algo en su mano, era un collar adornado con un dije en forma de gatito negro, lo amó.

—Se que han pasado muchas cosas entre nosotras Tina, pero te juro que no miento cuando digo que me gustas... De verdad quisiera poder explicarte cada una de las emociones que me invaden cuando estamos juntas—

—Bagi... Se que hemos pasado por mucho pero igual me siento muy bien contigo, es como si todo lo malo desapareciera, me gusta cuando solo somos nosotras dos...—

Con el atardecer cubriendo el cielo, sus manos se unieron, Bagi sonrío antes de acariciar levemente la mejilla de Tina.

—Me gustas mucho Tina, eres la persona más especial para mí, la más bonita que he conocido, realmente quisiera estar mucho mucho tiempo a tu lado... ¿Podrías, por favor, ser mi novia?—

—Claro que quiero ser tu novia...— Tina sonrío y se acercó lentamente al rostro de Bagi, dejando un suave beso en los labios de la brasileña.

Entonces todo se sintió correcto, todo estaba bien si ellas estaban juntas. A partir de este momento nada las separaría nunca.