Epilogo: Un Futuro Bajo el Mismo Cielo

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La temporada de voleibol había terminado y Karasuno había alcanzado nuevas alturas. El equipo celebró su éxito con una gran fiesta en la residencia del equipo, llena de risas, recuerdos y promesas de futuro. Kageyama y Hinata, sin embargo, encontraron un momento de tranquilidad lejos del bullicio.

En el mismo parque donde habían compartido su primer beso de deseo, Kageyama y Hinata se encontraban de nuevo bajo el cielo estrellado. La noche estaba fresca, y el aire estaba cargado de una serenidad que contrastaba con la energía de la celebración.

Ambos estaban recostados en la misma manta que habían usado en su primer encuentro en el parque, mirando las estrellas. Esta vez, sin embargo, no había tensión ni inseguridades, solo una profunda satisfacción y un sentido de paz que solo el tiempo y el amor verdadero pueden traer.

—¿Recuerdas cuando nos besamos aquí por primera vez? —preguntó Hinata, con una sonrisa suave mientras miraba el cielo.

Kageyama, con una expresión pensativa, asintió. Su mano buscó la de Hinata, entrelazándola con firmeza.

—Sí, lo recuerdo. Fue un momento lleno de deseo y emociones intensas. Pero también fue el comienzo de algo más profundo. —dijo Kageyama, su voz suave pero llena de significado.

Hinata se giró para mirar a Kageyama, sus ojos reflejando una mezcla de amor y gratitud.

—Hemos pasado por mucho desde entonces, pero lo que siento por ti solo ha crecido. No solo somos un equipo en la cancha, sino también en la vida. —dijo Hinata, su voz llena de emoción.

Kageyama, con una sonrisa que mostraba su verdadero yo, le dio un suave beso en la frente. La ternura en su gesto era un reflejo de cómo había llegado a comprender y amar a Hinata en toda su esencia.

—Sí, somos un equipo. Y no solo en el voleibol. Lo que tenemos va más allá de eso. —dijo Kageyama, su tono lleno de convicción.

Ambos se recostaron de nuevo, disfrutando de la tranquilidad de la noche. Las estrellas brillaban sobre ellos, como testigos silenciosos de su viaje juntos. Aunque el futuro estaba lleno de incertidumbres y desafíos, sabían que enfrentarían todo juntos, apoyándose mutuamente en cada paso del camino.

Mientras la brisa nocturna acariciaba sus rostros, Kageyama y Hinata compartieron un último beso, esta vez lleno de la promesa de un futuro juntos, lleno de amor, compañerismo y las mismas estrellas que habían sido testigos de su viaje.

Así, bajo el cielo estrellado, Kageyama y Hinata se abrazaron, sabiendo que, sin importar lo que les deparara el destino, su amor y su conexión serían siempre su mayor fortaleza.

Entre el Voleibol y las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora