VIII

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Un día, durante una práctica especialmente intensa, una tormenta repentina sorprendió al equipo. La lluvia comenzó a caer en cascadas, y aunque el entrenamiento tuvo que detenerse, el equipo se quedó en el gimnasio, esperando que la tormenta pasara.

Hinata, con su energía inagotable, sugirió que salieran a correr bajo la lluvia. Aunque algunos de los compañeros de equipo se mostraron reacios, Kageyama aceptó la idea con una sonrisa.

—Vamos, Kageyama. Será divertido. —dijo Hinata, tirando de la mano de Kageyama.

Salieron corriendo al aire libre, riéndose mientras la lluvia los empapaba. Corrieron por el campo de voleibol al aire libre, saltando en los charcos y disfrutando de la libertad que la tormenta les brindaba.

Finalmente, se detuvieron, jadeando por la carrera y riéndose bajo la lluvia. Kageyama, con el cabello empapado y el uniforme pegado a su cuerpo, miró a Hinata, quien brillaba con una alegría que parecía iluminar incluso el día más oscuro.

—Hinata... —comenzó Kageyama, su voz mezclada con la lluvia—. Quiero que sepas que no importa qué pase, siempre estaré aquí para ti.

Hinata, con el corazón latiendo con fuerza, se acercó y lo abrazó con fuerza.

—Yo también, Kageyama. Siempre estaremos juntos, pase lo que pase.

Kageyama lo miró a los ojos, sus sentimientos ardiendo con una intensidad que rivalizaba con la tormenta. Sin pensarlo, se inclinó y besó a Hinata, esta vez con un fervor que hablaba de promesas y deseos. El beso fue profundo, lleno de lujuria y posesividad, una declaración silenciosa de que pertenecían el uno al otro.

Hinata correspondió al beso con igual pasión, sus manos aferrándose a Kageyama como si nunca quisiera dejarlo ir. La lluvia caía alrededor de ellos, creando un capullo de intimidad y conexión.

Cuando finalmente se separaron, ambos estaban sin aliento, pero la sonrisa en sus rostros era inconfundible.

—Eres mío, Hinata. —dijo Kageyama, su voz firme y posesiva.

Hinata, con una sonrisa traviesa, respondió:

—Y tú eres mío, Kageyama. Siempre.

Entre el Voleibol y las EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora