Capítulo 4

130 20 6
                                    


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Elena estaba sentada en su estudio esta vez, esperando que él apareciera.


Algo había pasado la noche anterior, algo extraño, tuvo un sueño.


No es que no tuviera sueños.


Ella soñaba con monstruos.


Ella soñó con sus padres.


Ella incluso soñó con él.


Y a veces, muy raramente, incluso tenía sueños placenteros.


Pero nunca había tenido un sueño placentero con Klaus.


Ella deseaba poder olvidarlo.


El azul de sus ojos. El rojo de sus labios. Los dedos largos.


Entró y la condujo a la habitación contigua a su estudio. Esta habitación era diferente a la que había visitado el otro día.


Esta era de mármol transparente, cristales y sofás de cuero rojo, con la luz del sol entrando a raudales por las ventanas del piso al techo. Ella esperaba que su casa fuera oscura y misteriosa, como la pensión, no cálida y llena de luz solar. Era tan opuesta a su naturaleza que casi se preguntó si alguien más la había diseñado.


"Estoy aquí", anunció sin necesidad, mientras él le daba la espalda. En el sueño, ella le había estado pasando los dedos por la espalda.


—Claramente. —Había algo que tensaba su voz.


"¿Entonces qué quieres?"


—Quiero obligarte —dijo dándose la vuelta para mirarla.


—¿Qué? No, no puedes hacer eso. —No dejaría que él tomara el control de su mente.


"Tranquila, cariño. Lo único que haré será obligarte a no divulgar nuestras conversaciones a otras personas y a no utilizar nada de lo que te diga para conspirar contra mí".


—¿Qué? ¿Y se supone que eso lo va a mejorar? —le preguntó, plantándose en medio de la habitación.

Irresistible *TRADUCCION*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora