Ambientada en la temporada 3/4, Elena siente una extraña atracción a su alrededor, casi como si fueran los dos extremos opuestos de un imán. Siente que cobra vida al ver a su peor enemigo, y lo odia. Se odia a sí misma por ello, porque no tiene ning...
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Se quedaron así por un rato, respirándose el uno al otro, antes de que él se apartara.
—Estoy bastante seguro de que la gente empezará a buscarnos en este momento, amor. —Su voz era inusualmente suave mientras acariciaba el costado de su cuello, mirándola casi con reverencia.
—Sí, creo que no estoy segura de estar lista para entrar —dijo frunciendo el ceño, se preguntó si Stefan estaba bien, pero no creía que preguntarle a Klaus fuera la mejor opción.
"¿Quieres quedarte aquí toda la noche?"
"No creo que sea una opción", dijo, deseando de repente que lo fuera. Pasar la noche con Klaus lejos de todos sus amigos era algo que deseaba desesperadamente hacer.
—Sí, lo es. Pero dudo que alguien me crea si les digo que te fuiste. —Elena intentó imaginar las reacciones de sus amigos y tuvo que contener la risa.
"Pensarían que me secuestraste y me escondiste en la cámara de tortura que tienes", dijo y él sonrió.
—Ahora, ¿qué te hace pensar que tengo uno?
—Pero lo haces, ¿no?
—Sí —dijo ella, sacudiendo la cabeza ante su respuesta, sin saber muy bien cómo reaccionar—. Pero, para ser justos, cualquier habitación puede convertirse en una cámara de tortura con el... equipo adecuado, digamos.
"Bueno, esto es genial. Realmente romántico".
"Tú lo mencionaste. ¿Qué quieres que te diga? ¿Que te ves hermosa? Seguro que ya lo debes saber".
—Supongo. —Era difícil no hacerlo cuando la miraba así.
—Bueno, te ves muy hermosa. ¿Vamos? Ella asintió y caminaron hacia la casa en silencio.
Ella podía sentirlo, tan distante como estaba, como si fuera parte de ella, como si hubiera una parte de ella que estuviera consciente de él en todo momento, llamándolo.
Se arrepintió de haber vuelto a entrar, cuando estaban afuera, solos en la oscuridad de la noche, podrían haber sido cualquiera. No había amigos, ni familia, ni híbridos, nadie con agendas ocultas. Podrían ser más, podrían ser lo que quisieran. Solo dos personas que se querían mutuamente.
