"No sé pero cuando vino el mesero no pude apartar mis ojos de su pene en sus bragas gays"
—Oye, Valeria, tú faltas por pedir de comer.
La persona a mi lado me tira del hombro y Manuel me habla con voz fuerte, sabiendo que estaba distraída viendo vergas.
- Quiero vergud-—, digo, intentando corregir—, verduras, ensalada de verduras. Perdón, me trabé.
Disimulo y veo a mi alrededor si nadie escuchó mi error. Y todos están viendo su celular, evitándome la situación incómoda.
El mesero no deja de mirarme y me dedica una pequeña sonrisa que solo yo noto.
"Parece que él si entendió"
—Está bien, ahorita les traigo su orden.
Luego, el mesero femboy se aleja, y cuando se va, noto su gran trasero, lo que me pone morbosa.
"Dios mío, esa retaguardia. El porno me ha dejado mal, pero no puedo dejar de mirarlo. Siento deseo."
"Esto ya no es normal en una mujer como yo. Necesito enfocarme en hombres dominantes y con carácter, no en gays, ya que son gays."
Me escondo entre mis brazos apoyados en la mesa para disimular mi tremenda excitación que tengo al ver varios hombres con lencería.
Pero recuerdo que estoy en una fiesta gay. Aunque no dejo de darme un taco de ojo cada vez que puedo.
—Valeria, te noto muy callada —dice el amigo de mierda que me anda jodiendo la existencia, riéndose mientras está sentado al otro lado de mí.
Me calmo y respiro profundamente, sabiendo que soy como un cerillo que puede ser encendido en cualquier momento.
—Sí, creo que tú también. Por cierto, ¿cómo te llamas?
—Ay linda, me llamo Luis.
"Nombre de gay"
—Oh, mucho gusto, Luis. No te digo mi nombre porque ya lo sabes, ¿no?
—Sí, claro, es muy interesante ver a Valerias que se fijan en todo.
"No sé a qué se refiere."
—¿Cuál es tu orientación sexual? - pregunta Luis mientras pone su brazo detrás de mi espalda, y yo lo retiro negándolo.
—Em, oye, creo que el alcohol te está haciendo efecto.
Digo algo para evitarlo. Aunque creo que también estoy siendo un poco amargada en esta fiesta, todavía no puedo quitarme de la mente esa infidelidad. Tengo que enfrentarlo y no huir de los problemas como siempre hago.
—Vale, te noto un poco tensa... ¿Estás en tus días?
—No, Luis, yo—
El mesero femboy se acerca nuevamente y trae los alimentos que cada quien pidió. Trato de evitarlo con la mirada, pero sé que él me está observando porque siento su presencia.
Luego veo como muchos andan tocando su culo como fanservice y metiendo sus dedos.
"Oh Dios, esto rebasa los límites, nunca había presenciado una orgía masiva".
—Vale, una disculpa por mi chistes ofensivos hacia a ti. Creo que me he pasado.
"Oh que bien que lo reconoce Luis".
—Esta bien Luis, yo te perd—
Se acerca el mesero y roza su culo en mi pierna dejando mi plato de comida en la mesa.
"Creo que esta esperando a que lo toque como todos, pero... No se va poder".
Solo Luis me esta mirando a ver como reacciono pero solo contengo mi impulso.