Capitulo corto
Chuuya estaba en la habitación del hospital, le había dicho a Dazai que no era necesario venir a un lugar tan lujoso pero el mayor decía que le darán más atención.A su lado estaba la cuna donde se encontraba una pequeña criatura indefensa dormida, Chuuya se mantenía mirando a su hija mientras se tocaba su propio cabello, aunque ahora es mucho más corto porque se lo había cortado. Aún no tenía un nombre para la pequeña y debía pensarlo durante este tiempo en el que estaba el hospital para que puedan registrarla en el registro civil.
El pelirrojo tomo una libreta y comenzó a poner todos los nombres posibles que le gustaban.
Como por ejemplo:
Emma
Fumiko
Mitsuki
Osami (En honor a Osamu Dazai)
Violetta
Akira
Pero se quedó con uno, Fumiko, no sabía el porque pero le gusta. Así que ese sería su nombre.
Fumiko Dazai Nakahara
Chuuya suspiro, por fin pudo encontrar un nombre perfecto para su princesa. Se levantó y se acercó a la cuna, la cargo en sus brazos y la miró con amor, la niña estaba tan tranquila que solo se podía escuchar su suave respiración. La niña era muy parecida a Dazai, era increíble que los genes de Dazai hubieran superado a los de Chuuya.
Pero eso no era importante, Chuuya se acostó en la cama y acunó a su bebé en su pecho, aunque aún no está preparado para la maternidad tratara de hacer su mayor esfuerzo para criar a su niña.
Se levantó algo adolorido por el parto de hace unos días, fue a la cuna de su bebé quién estaba dormida mientras ocupaba sus deditos como un chupete. Chuuya se inclinó para besarla en la mejilla, estaba tan encantado con esa pequeña criatura. Miro el reloj de la habitación y vio que faltaba poco para que Dazai pueda terminar su trabajo. Se acercó al bolso para sacar una toalla y ropita para su bebé. Cargo a la niña en sus brazos y la llevo al baño de la habitación, comenzó a bañarla mientras la pequeña chillaba y lloraba, Chuuya le daba suaves besitos pero se apresuró a bañarla para que la bebé no pierda calor corporal. Luego lavarle el cabello, con un poco de agua fue mojando el cuerpo de la criatura mientras la cría se quejaba por el agua.
Cuando termino el baño Chuuya la envolvió en una toalla y le dio un beso.
Chuuya: Ya estás limpia, mi vida...
La llevo a la mesita donde le cambian los pañales a los bebés y comenzó a vestirla. Le puso el pañal, las calcetas y también le puso un pijama de panda, la niña se veía tan tierna. Chuuya sonríe y se inclina a besarla en el pecho, la pequeña se ríe y pataleo con los piecitos.