Reflexión (42x1610)

4.|La tercera rueda

Gwen fue a visitar a Miles en su universo, usando la puerta principal como la madre de Miles le había dicho que hacía la "gente educada".

-Miles, tu amiga vino a verte!!- Dijo Rio en voz alta pero sin recibir respuesta -Ay este niño, anda debe estar escuchando música

-Gracias señora Morales-dijo Gwen mientras subía las escaleras

Ella tocó a la puerta de su amigo y lo encontró escuchando música con sus auriculares mientras parecía absorto en el ritmo de la música más el dibujo que estaba haciendo.

-¡Tierra a Miles!- dijo con una sonrisa mientras le quitaba los auriculares a su amiga.

-Gw-Gwen!! Hey que pasa?- dijo levantándose de su escritorio mientras intentaba tapar su dibujo con los demás papeles esparcidos sobre la mesa apoyándose en él en una pose divertida

-¿Qué estás dibujando?- preguntó agarrando el cuaderno sin esfuerzo y comenzando a pasar las páginas, deteniéndose en un dibujo que estaba a medio terminar, era Miles, pero no el que tenía frente a ella sino el del universo 42 -Wow esto es... ¡genial!-

- ¿De verdad lo crees? - preguntó esperanzado.

-Por supuesto, los detalles son increíbles- dijo mirando el dibujo- Me pregunto si se ve así de genial en persona- comentó devolviéndole el cuaderno a Miles.

-Puedes venir a visitarlo conmigo, voy a su universo esta noche- dijo Miles emocionado por presentarlos

- ¿Estás seguro de que no le importará? - preguntó ella.

-No, solo le enviaré un mensaje de texto para avisarle que todo estará bien- dijo sonriendo antes de tomar su teléfono para comenzar a escribir.

Miles: ¡Oye! Esta noche llevaré a Gwen conmigo. ¿Te parece bien?

Merodeador: ...claro que no hay problema.

Miles: Genial, nos vemos luego :)))

Cuando llegaron al lugar acordado, Miles buscaba a Prowler y una vez ubicado, le dijo a Gwen que lo siguiera. Una vez cerca de él, notó la aparición de Miles de esta dimensión, se sorprendió, no solo por lo parecido que era a su amiga, sino porque este Miles desprendía una increíble vibra de confianza y superioridad.

Gwen se dio cuenta de que había estado mirando al otro Miles mientras él solo le levantaba una ceja en señal de interrogación.

-Bueno, entonces, Gwen, este es Miles Morales del universo 42, también conocido como Prowler y Prowler, ella es Gwen Stacy, mi mejor amiga - dijo Miles presentándolos con una sonrisa.

-Un placer conocerte, Miles me ha contado mucho sobre ti- dijo Gwen extendiendo su mano a modo de saludo

-Lo mismo- dijo Prowler estrechando su mano, no bruscamente pero dándole un muy buen apretón.

Sintiendo la tensión en el aire, Gwen decidió continuar la conversación y optó por comentar sobre la apariencia de esta versión de Miles -Que buen estilo tienes en tu cabello Miles- le dijo a su amiga señalando con su mirada las trenzas de Prowler quien no hacía más que mirarla estoicamente.

Miles miró a Prowler y era cierto que se veía atractivo con sus trenzas y su mirada desinteresada. Por un breve instante, se sintió consciente de su apariencia.

-¿Crees que debería probar otro peinado?- le preguntó Miles tocándose el cabello.

-No, te ves bien así- dijo Prowler, mirando directamente a Miles, como si Gwen no estuviera realmente allí o entre él y su otra versión.

-Gracias hombre- dijo Miles sonriendo suavemente a Prowler y recibiendo un asentimiento como un "de nada"

Miles habló con ambos por igual, pero le explicó mucho a Gwen sobre las cosas que Prowler tenía en su universo, incluido uno de sus restaurantes favoritos que cerró hace mucho tiempo en su propio universo.

Prowler vio la interacción entre ellos, además de cómo Miles hablaba constantemente de ella cuando salían juntos, pudo ver lo atraído que se sentía por ella.

Miles la había invitado a la cita que ambos compartían...Y eso le molestaba...

Como era algo especial solo para ellos dos, se había convertido en una rutina en la que disfrutaba de la compañía de Miles donde lo dejaba hablar como quisiera.

Y si el hecho de que Miles la viera como si estuviera sosteniendo el sol de cada día no fuera suficiente, Gwen actuando como si no se diera cuenta era lo que más lo enfurecía.