Capítulo 04

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Rebecca se encontraba sentada en la cafetería mientras veía su celular, estaba esperando a que llegara su omega.

Alzó la mirada cuando escuchó la voz de Billy.

—Ten cuidado, Sarocha —lo escuchó decir.

—Ay, sí, perdón —le dijo mientras seguía caminando hacia Rebecca.

Freen le regaló una sonrisa a su alfa.

—Hola, guapa —se inclinó a dejarle un beso en los labios contrarios.

—Tardaste un poco —comentó con un puchero—. Tengo hambre, omega —extendió su mano.

La pelinegra entendió y de inmediato se apresuró a sacar el almuerzo que tenía para Rebecca.

—Te tengo muy consentida —le pasó el taper.

—Es que me amas mucho.

Sarocha asintió y vio la sonrisa de su alfa hacerse más grande cuando vio la comida.

—¿Tienes clases ahorita? —preguntó la tailandesa.

Rebecca, quien tenía comida en la boca, negó y se apresuró a comerse el bocado para contestar correctamente.

—Tengo una hora —sonrió—. ¿Por qué?

Freen asintió.

—Es que quiero hablar contigo.

La mayor se ahogó con su comida.

—¿Vas a terminar conmigo? —preguntó con miedo y su voz temblorosa.

Ella negó rápidamente.

—No, tonta —estiró su mano para entrelazarla con la de Rebecca—. Es otra cosa que no puedo decir aquí, mi amor.

La rubia solo asintió y bajó su mirada a su comida. Cuando vio que ya había acabado, guardó el taper en su mochila y se paró para después tomar la mano de su omega.

—Vamos a ir al auto —le dijo Becca mientras seguían caminando—. Allá nadie nos va a molestar, así que podrás decirme.

Unos diez minutos después llegaron al auto de la mayor.

—¿Quieres ir a algún lugar? —preguntó la alfa, mirándola.

Freen lo pensó un poco y luego negó.

—Creo que aquí estará bien —se acomodó en su asiento—. ¿Ya ves que hace un ratito tardé un poco en llegar contigo? —ella asintió—. Bueno, lo que pasa es que cuando yo fui al baño me topé con Charlotte —la rubia volvió a asentir algo confundida—. Yo estaba platicando un poco con ella, pero en eso alguien llegó y pues las dos nos metimos en un baño, obvio separadas —aclaró.

Sarocha sacó su celular y se lo extendió a su novia una vez buscó lo que quería.

Rebecca vio que era una grabación y alzó su mirada viendo con más confusión a su novia.

—¿Qué es esto?

—Escúchalo y ya lo verás.

Rebecca hizo lo pedido y empezó a escucharlo. Era la voz de Jane, la alfa con la que su novia había peleado.

Becky solo hizo un gesto y le regresó el teléfono.

—¿No te preocupa que te haga algo mientras juegas, bebé? —cuestionó confundida.

Rebecca sonrió ante su preocupación y negó lentamente.

—Yo no voy a jugar, bebé.

El rostro de Sarocha se formó de sorpresa al oír esas palabras.

—¿Por qué? Si este es un partido importante para ustedes —recordó.

Rebecca asintió.

—Pero he tenido un pequeño dolor en el hombro —acarició la mejilla de la omega—. Las chicos y yo hablamos sobre esto y decidimos que solo jugaré en el segundo tiempo si es necesario —se inclinó un poco para dejar un beso después de terminar de hablar.

—¿El entrenador ya sabe lo de tu hombro?

—Sí, la doctora ya me dio algunos antibióticos y ayer fui a hacerme una radiografía para ver que no sea algo malo en los huesos.

—¿Por qué no me dijiste para acompañarte?

Rebecca suspiró.

—Mi amor —agarró su rostro con las dos manos—, ayer tuviste un día súper pesado y estabas muerta de sueño, además no es nada grave, solo me duele porque hice un movimiento brusco, pero es todo.

La menor formó un pequeño puchero que fue besada por la rubia.

—Pero... —Rebecca la interrumpió.

—Todo está bien y lo estará —la besó nuevamente—. Si me vuelvo a sentir mal o algo te dijo, ¿sí? —le dijo y Sarocha asintió.

Después de seguir platicando un rato más en el auto tuvieron que salir, ya que todavía tenían clases.

Se despidieron de un beso y cada una se fue por su camino con rapidez por el hecho de que se les estaba haciendo un poco tarde.

La tierna basquetbolista ┊ Freenbecky omegaverse┊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora