La tierna basquetbolista ┊ Freenbecky omegaverse┊

Capítulo 06

Becky se encontraba sentada en la banca de la cancha, estaba viendo a sus compañeros de equipo practicar para el partido de mañana.

Ese día no pudo entrenar, ya que el entrenador se lo prohibió.

Volteó a ver hacia la puerta y soltó un suspiro, Freen todavía no llegaba. Tal vez estaba ocupada con su proyecto de equipo y se le olvidó avisarle que no podía venir ese día.

Salió de sus pensamientos cuando escuchó a Billy hablarle.

—Becky —la llamó—, acuérdate acabando el entrenamiento, tienes que quedarte un rato para platicar con los capitanes de los otros equipos.

La alfa asintió.

—Entiendo —se volteó a ver a sus demás compañeros—. ¡El entrenamiento termina ahora! —avisó y los demás festejaron.

Un rato después, Becky se encontraba despidiendo de todos los chicos y chicas.

—Nos vemos después —Becky sacudió ligeramente su mano en forma de despedida.

La alfa iba caminando tranquilamente mientras estaba mandando mensajes a su omega, ya que quería saber si estaba bien o quería que fuera por ella.

Su caminata fue detenida por Billy, quien venía corriendo.

—¡Becky, Becky! —la llamó desesperado.

—¿Qué ocurre?

—Freen está peleando con unos alfas —soltó y se alejó un poco de Becky, ya que su aroma se puso agrio.

—¿Dónde está?

De aquella tierna alfa ya no quedaba nada, su semblante era serio y se notaba que estaba muy molesta.

—Está en el campo de atrás —Armstrong no esperó nada más para salir corriendo hacia el lugar antes mencionado.

No pasaron más de diez minutos cuando Becky llegó al lugar y lo único que hizo fue gritar el nombre de su omega, ya que un golpe iba directo a su rostro.

—¡Freen! —se hizo paso entre toda la gente.

La rubia vio como Jane agarra a su omega del cuello y le iba a lanzar otro golpe, pero la basquetbolista fue más rápida y agarró de la camisa a la otra alfa.

—¿Qué mierda te pasa, Jane? —escupió furiosa—. ¿Por qué mierda le estabas pegando a Freen?

—La estúpida omega... —no pudo terminar, ya que Becky le dio un puñetazo en la cara sin dudarlo.

—Cuida la manera a la que te refieres a Freen, estúpida —la soltó—. Y si quieres pelear con alguien, vamos, golpéame a mí —Jane la miró furiosa y estaba lista para soltarle el primer golpe, pero Armstrong tenía mejores reflejos y esquivó el puñetazo, empujándola lejos—. Eres muy lenta, inútil.

Freen se paró del piso y sonrió levemente mientras veía a Becky.

—Solo me estaba defendiendo, Becbec —dijo tiernamente la omega.

La basquetbolista solo asintió y se concentró en Jane quien se encontraba rabiosa.

—Te crees mucho solo porque sabes que tu omega te va a defender —la acusó.

—No necesito que nadie me defienda, si nunca me metí en peleas fue porque no me gustaba perder el tiempo con gente inútil —soltó un suspiro—. Mi omega solo necesita practicar sus golpes y muchos de ustedes están dispuestos a pelear con ella, pero en muchas ocasiones terminan sin orgullo, acéptenlo.

Le dio una mirada rápida a la extrajera para después regresar su mirada a Jane y en menos de tres segundos, Armstrong ya había dado un segundo golpe cuando la alfa quiso adelantarse. Fue en el estómago, por lo que la otra chica cayó de rodillas al piso por falta de aire.

Becky se alejó de ella y agarró su mochila y la de Freen, se acercó a su omega para tomarle de la mano e irse del lugar.

—Gracias por defenderme, Phi Becky —dijo dulcemente.

—Tus padres te van a matar —se lamentó ella.

La sonrisa de Freen desapareció al escuchar las palabras de su alfa.

—Mierda, es cierto... Estoy jodida, Becbec —lloriqueó mientras caminaba hacia el auto de Becky.

—Vamos a decirle a tus padres que me defendiste y te distraje, ya que me dolió el hombro por un mal golpe que di y por eso tu labio roto.

Freen asintió.

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Se encontraban sentadas en el sofá mientras esperaban a los padres de la alfa.

La señora Chankimha llamó a los progenitores de Becky una vez que vio a Freen golpeada y a la rubia con los nudillos rojos.

Becky se encontraba limpiando las heridas de Freen.

—Para ser tres contra una lo hiciste muy bien —la basquetbolista la felicitó—. Todavía tienes que trabajar más con tus reflejos. También te he dicho que solo falta de un fuerte golpe en el estómago para dejarlos a todos en el suelo.

—Pero eso es aburrido —se quejó.

Negó con la cabeza.

—¿Por qué pelearon? —le preguntó mientras la abrazaba.

—Ni yo misma sé, solo llegaron y empezaron a decir idioteces —se acurrucó en su pecho—. Pero yo no solté el primer golpe —aclaró.

Se separaron cuando vieron entrar a sus padres.

—Becky Armstrong —el señor Armstrong llamó—. ¿Por qué Freen está golpeada?

—Se distrajo porque me quejé de mi hombro en la pelea —murmuró despacio.

—No tienes que mentir por esta omega tonta —el señor Chankimha habló.

—¡Papá! —exclamó la tailandesa menor.

—Sarocha Chankimha, tu padre y yo te conocemos mejor que nadie —habló su mamá—. Sabemos que entre las dos la que se mete en peleas eres tú y Becky siempre te cubre —Freen empezó a jugar con la mano izquierda de su alfa.

—Tienes que parar con las peleas, hija —habló Thawit—. Sabemos que no te gusta que hablen de Becky o le hagan algo, pero ¿y si algún día te dan un mal golpe?

—Es cierto, no está bien que insulten a Becky —Mali empezó—, pero creo que ya es momento que las dos se comporten —suspiró—. Freen, tienes que dejar las peleas y Becky, tienes que dejar de cubrir a Freen —hizo una pausa—, hemos hablado y si ustedes vuelven a tener otra pelea lo mejor será que se separen —dijo seriamente.

—No, ustedes no tienen derecho a decidir por nosotras —la rubia negó—. Las personas que vamos a tomar la decisión de si separarnos o no, somos nosotras, no ustedes —se paró del sofá y agarró de la mano a Freen para irse directamente a la habitación de la omega.