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Los chicos parecía no querer soltarla de aquel peculiar abrazo, mientras uno la abrazaba por los hombros, el otro la abrazaba por las piernas, sin importarle las miradas que se dirigían a él

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Los chicos parecía no querer soltarla de aquel peculiar abrazo, mientras uno la abrazaba por los hombros, el otro la abrazaba por las piernas, sin importarle las miradas que se dirigían a él.

La chica, como podía, le daba palmadas reconfortantes mientras le daba una mirada intensa al chico Kaiser para que le quitara de encima a alguno de los dos.

⸺ Ness, dale un respiro a Ritcher, y tú también deberías imbécil.

⸺ Cállate si no quieres recibir de mi parte una caricia en tu rostro con el puño, idiota.

Una intensa pero momentánea pelea de miradas comenzó entre ellos hasta que escucharon un carraspeo de parte de la chica del grupo.

⸺ Creo que ambos deberían darme un respiro, suficiente tuve con soportar las discusiones entre Dietrich y su incompetente ayudante.

Aquello era una vil mentira que solo captó Ness, quien soltó una suave risa al escucharla.

No hubo tal ayudante además de ella. Dietrich evitaba en lo más posible tener algún otro ayudante que fuera de confianza, ósea, nadie hasta el momento. A su hija le confiaría su vida sin dudarlo, pero no le digan a Lena ni a su hermano que él piensa eso.

Tampoco hubieron peleas ni incidentes entre ellos, tal vez alguno que otro roce por pequeñeces, pero nada que afectase su trabajo o su relación laboral.  Pero eso no lo tenían que saber ellos, ¿o sí?

La última semana con su jefe, alias padre, fue más entretenida si quitamos lo aburrido que llegaba a ser el papeleo en todo momento. Se podría decir que habían pasado tiempo de calidad entre ellos, separando sus vidas del trabajo y buscando mejorar entre ellos el lazo familiar que los unía.

Después de la charla que habían tenido en el restaurante parecía que habían hecho un pacto silencioso entre ellos, acordando mejorar la extraña relación que tenían, o al menos hacer el intento de mejorar.

Compartieron el tiempo que vieron necesario cada que podían. No importaba lo mínimo, fuera una charla, un comentario aleatorio o un momento silencioso, habían aprendido que lo mínimo demostraba mucho en varias ocasiones, esta era una de esas.

Ninguno se caracterizaba por forzarse a sacar las charlas, o querías hablar con esa persona, o no querías, es sencillo para ambos.

Cualquiera diría que son completamente diferentes, ¡y así es! Ni Lena se parecía a Dietrich ni viceversa. Pero ambos sabían algo, habían sido cortados por la misma tijera. Lena era la viva imagen de su madre, no de su padre y el que muchos le insinuasen lo contrario la volvía loca que incluso llegaba a creérselo a veces.

Lentamente, tanto Stephan como como Ness soltaron a la chica  y le devolvió el abrazo a ambos de manera individual, a Kaiser solo le dio un golpe en la cabeza de manera amistosa. 

⸺ Ness, ¿qué tal si me das una actualización de lo que pasó en las instalaciones de camino a mi habitación? Seguro tienes cosas interesantes que decirme ⸺ Le dio una sonrisa amable al chico, quien sonreía abiertamente y asintió efusivamente mientras se acercaba a ella para empezar a caminar.

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⏰ Última actualización: Aug 28 ⏰

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𝐒𝐔𝐓𝐈𝐋𝐄𝐙𝐀 ⸻ 𝐌𝐈𝐂𝐇𝐀𝐄𝐋 𝐊𝐀𝐈𝐒𝐄𝐑Donde viven las historias. Descúbrelo ahora