Prólogo

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(POV en 3ra persona)

Londres, 1895.

Era un día bastante frío, en especial porque era la temporada de invierno y la nieve abundaba por las noches, pero a Satoru no le importaba. Estuviera soleado, nublado, lluvioso o nevado, él trabajaba todos los días a sus cortos 8 años, haría lo que fuera con tal de no irse a dormir con la panza vacía.

-Hazlo mejor la próxima vez, Gojo. –Dijo el hombre encargado del local, para luego entregarle solo unos cuantos peniques que, para Satoru, sería su comida del día.

- ¡¿Qué diablos es esto?! –Gritó Satoru, quien se encargaba de entregar cualquier chatarra "útil" que encontrará-. ¿Esto es todo lo que ganaré por hoy? –Preguntó, molesto.

-El dinero no cae del cielo, mocoso. –Se burló.

-Tsk, me largó. –Satoru sale por la puerta, empujándola con fuerza y azotándola.

Inmediatamente después de salir del local, Satoru nota una especie de... ¿bulto? No, era una personita sentada en el suelo, justo al lado de la puerta, tratando de protegerse del frío con una manta muy sucia y deshilada.

- ¡¿Quién eres?! –Satoru era muy gritón y ruidoso, seguramente sus gritos se han de haber escuchado a más de dos cuadras.

La personita hecha bolita levanta su cabeza y voltea a ver a Satoru, no le gustaba que le gritaran, pero por alguna razón no tuvo ganas de reclamarle.

Ni siquiera sabía formular palabra alguna.

- ¡¿Qué es todo este escándalo?! –Aparece el dueño del local molesto-. ¿Una niña? –Alza una ceja como muestra de curiosidad-. Ja, aunque la pudiera vender, dudo que den mucho por ella. Se nota que está muy sucia y llena de pulgas. –Pone una cara de desagrado.

La "niña" no le presta atención al hombre, ya que no puede dejar de observar esos ojos azules donde se puede reflejar el cielo, o el mar, no importa cuál de los dos, eran hermosos. Satoru se da cuenta de esto, y, en vez de molestarse por la mirada fija (odia que se le queden viendo) se echa a reír.

- ¿De qué estás hablando viejo? –Hace una cara de burla-. Yo me la llevaré. –Declaró seriamente.

-Como sea, es tu problema. –El viejo vuelve a entrar a la tienda, dejando a los niños solos.

Satoru se arrodilla para quedar a la altura de la criatura, la observa fijamente, la "pequeña" tenía un cabello muy largo color azabache, seguramente limpio se vería muy bonito. Sus ojos eran violáceos y algo pequeños para ser de una niña, su cuerpo estaba bastante delgado a causa del hambre que pasaba y su tono de piel era pálido, como si nunca hubiera visto el sol.

- ¿Cuál es tu nombre?

Silencio absoluto, no escucha respuesta alguna.

-Entonces... ¿Puedo ponerte yo un nombre? –preguntó emocionado.

El pequeño albino observa sus alrededores, como si estuviera buscando la respuesta a sus dudas. Mientras sus ojos exploraban su entorno, nota que las nubes que cubrían los rayos del sol ya no estaban ahí y se da cuenta de algo, el sol, el sol es una estrella brillante que ilumina sus días. Y entonces, a Satoru se le ocurre una idea.

-Suguru... ¡Suguru Geto! –exclama con emoción-. Es la combinación perfecta, además, estoy seguro de que cuando seas grande me agradecerás por habértelo puesto.

-Sugu... guru... Suguru... -se esforzaba mucho por pronunciar bien su nombre.

- ¡Sí! Tú eres Suguru y yo soy tu hermano mayor, Satoru Gojo –dijo con una sonrisa-. Recuerda...

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Sé una persona auténtica y honrarás tu nombre.




Holaaaa, se que el prólogo lo hice algo corto, pero prometo que el próximo capítulo será más interesante. La intención de este capítulo era dar a conocer un poco sobre el pasado de SatoSugu. :)

Por si no lo han notado, este es el primer fanfic que escribo, así que, si notan algún error en la gramática o si tienen alguna duda o sugerencia, háganmelo saber en los comentarios. ¡gracias! <3 


★¸. •☆•. ¸★ No olviden dejar su estrellita ★⡀.•☆•. ★

¿Nos volveremos a ver? [SatoSugu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora