Capítulo 6

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(POV en 3ra persona)

FLASHBACK

Residencia Mountbatten, 1895.

-Señor Mountbatten, su hermano vino a verlo. –anunció un guardia, mientras un hombre joven, de cabellos claros y ojiazul entraba al estudio.

-Hola Edward... -dijo con seriedad.

Louis Mountbatten no solía ser una persona muy unida a su familia, era conocido por ser muy rebelde e independiente, a diferencia de su hermano mayor. Sin embargo, cuando Louis entró a la etapa de la adultez, este mostro una inteligencia sorprendente y una buena capacidad para manejar negocios. Su padre le había ofrecido el puesto de duque, pero el menor se había negado, declarando que él solo quería viajar por el mundo. Después de haberse marchado por varios años, ahí estaba, en la mansión de su hermano, y con un niño desconocido.

- ¿Qué tal, Louis? –sonrió-. Te ves bien, como siempre.

-Y tú te ves deprimido, te pareces a nuestro a padre –caminó hacia adelante-. Tampoco has cambiado.

-Estoy seguro de que nuestro padre no aprobaría ni tu comportamiento ni tu vestimenta. –miró de pies a cabeza a su hermano, como si lo estuviera inspeccionando.

-No me importaría en lo absoluto.

-Siempre has sido así. –dio un suspiro.

-Me alegra que haya muerto. –se le oscureció la mirada-. Lo siento.

Edward puso una cara de "¿Por qué andas diciendo esas cosas? Eres un tipo raro".

-Deja de poner esa cara –desvió la mirada hacia el niño que traía al lado-. Hoy te traje una sorpresa para celebrar tu matrimonio.

El chiquillo era algo alto para su edad, su cabello era como la nieve, blanco y suave. Sus cabellitos cubrían parte de sus ojos, pero se alcanzaba a ver el mar cristalino en ellos. Llevaba una manta de lana cubriéndole el cuerpo, la cual rozaba levemente el suelo debido a su longitud.

- ¿Qué...?

- ¿Entendiste? Úsalo solo con fines políticos. –se cruzó de brazos-. Puedes acercarte si quieres.

Edward dio tres pasos, lentamente acercándose hacia el pequeño albino. El nene no hacía nada al respecto, solo se quedaba quieto cabizbajo. El duque removió la manta de lana del pequeño, causando que este levantara la mirada, mostrando sus bellos ojos.

-Oye, reacciona. –ordenó Louis-. Lo hallé en los barrios pobres de la capital, su nombre...

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-Dominic... -susurró Geto-. ¿No puedes dormir?

Luego de una sesión de besos apasionados, Satoru y Suguru planeaban dormir pacíficamente juntos en la misma cama, sin embargo...

-No... -dirigió su mirada a Suguru-. No sé porque, normalmente no tengo problemas para dormir.

-En ese caso, te puedo contar sobre las constelaciones –su voz era gentil- Aprendí un poco del tema gracias a mi padre adoptivo. –abrazó a Gojo.

-Oye... -correspondió el abrazo-. ¿Tú siempre te mantienes despierto hasta que yo me duerma? ¿No es cansado?

-Esperar es menos cansado que enseñar –empezó a acariciar el cabello del contrario-. Uno de mis deberes como profesor es cuidar a mis alumnos.

Escuchar esas palabras de parte de Geto hizo que Satoru pensara en lo que había dicho Haibara días atrás, mientras intercambiaba cartas con Nanami.

Nanamin jamás me trato como tal... Para él yo era "su alumno", no "el amor de su vida".

¿Nos volveremos a ver? [SatoSugu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora