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Periodo Sengoku - 1478

La noche era sumamente hermosa y tranquila, en la prefectura de Chiba donde todos estaban durmiendo tranquilamente sin ninguna preocupación más que solo pensar en trabajar para tener el sustento de sus familias, unos niños dormían para ir a la escuela pero un poco más alejados de la población estaban peleando un demonio y un samurai contra otro demonio, Sumiyoshi estaba más controlado que antes, eso le daba demasiado gusto a Yoriichi pero aún así no tenían que bajar la guardia, el demonio contra quien combatían utilizaba las aguas para atacarlo y realmente tenian un plan el cual era que no se acercará acantilado y tuviera oportunidad de escapar pero no lo iban a permitir ellos dos años que entraron a la acción principalmente Sumiyoshi con su arte demoníaca solar así detenía varias veces al demonio, Yoriichi por su parte de igual forma no se quedaba atrás sin hacer nada también lo estaba acorralando hasta que ambos pudieron dejarlo sin escapatoria, sin embargo, aquel ser ya tenía un plan así que rápidamente le corto la cabeza a Sumiyoshi que Yoriichi no pudo ver ese movimiento venir así que agarro el cuerpo de él decapitado así su regeneración era muy rápida que al tener una cabeza nueva le dijo que debian ir tras el ya que el pueblo estaba cerca del acantilado así ambos corrieron, el demonio estaba aterrorizando al pueblo así una madre cubria con su cuerpo a su hijo quien se aferraba de ella así antes de que esté dichoso demonio terminará con la vida de ambos fue Sumiyoshi que le terminó decapitandolo así lazandose contra el hacia abajo, habían caído del acantilado asi los pobladores bajaban a ayudar al pelirrojo así Yoriichi como pudo bajo acercándose para asegurarse de que estuviera bien así que Sumiyoshi vio un carácter en la mejilla del demonio que decía "Ryōjin" así el se da cuenta que estaba dejándolo escapar al mar así que en un intento se alejo de Yoriichi para perseguirlo pero lamentablemente la noche no les duró mucho tiempo así empezando amanecer y Sumiyoshi...empezaba a consumirse...

-¡AHHHHHHHHHH!...¡QUEMA...EL SOL QUEMA!- gritaba el así el samurai con su cuerpo lo trataba de proteger

-¡Hazte niño...hazte niño por favor!- dijo el desesperado

El le hizo caso y se encogió al tamaño de un niño de 4 años, estaba quemándose que gritaba de dolor, Yoriichi en ese momento se había bloqueado, no sabía que hacer así que tenía que decidir si era decapitarlo y dejar morir a Sumiyoshi o era protegerlo y dejar que escapé así muchos pensamientos pasaban por su cabeza y tenía que decidir ya, Sumiyoshi al ver que no accionaba el samurai así que se hizo grande de golpe que lanzo a Yoriichi hacia al demonio asi este quedándose perplejo ante la acción de el, "¡Matalo...voy a estar bien!" Decía el para darle ánimos en aniquilarlo que las personas bajaban para auxiliar al demonio pero este antes de consumirse le dió una hermosa sonrisa como la hacía antes así haciendo que el samurai viera con sus propios ojos la muerte de Sumiyoshi, al caer a la arena solo tuvo determinación así que fue directamente a aniquilar al demonio y justo antes de que escapará lo agarro de una pierna así cortandola y después de verlo en el piso corto su cabeza así el samurai quedando de pie mientras lloraba, las personas llegaron corriendo hacia el tratando de consolarlo asi el se puso de rodillas mientras lloraba y lo que se le viene a la mente fue la cara de Sumiyoshi cuando lo conoció por primera vez, una cara tan sonriente, llena de luz y amabilidad que podría curar el alma de cualquiera con solo verla y el estaba agradecido de que estos meses que viajaron estuviera a su lado aunque ahora estaba nuevamente solo sin nadie, una mujer le llamaba asi el se reincorporo así esa misma mujer le señalo atrás asi el al voltear veia la hermosa figura de un hombre de complexión delgada caminando hacia donde estaba asi el estaba muy sorprendido que se levantó de la arena para ir rápidamente con el, estaban ambos frente a frente mientras Sumiyoshi se detuvo así mirando al samurai con esos ojitos carmesí que eran iluminados por el Sol, "Buenos días... Yoriichi-san" dijo Sumiyoshi con una sonrisa así el samurai se quedó en shock en verlo bajo el sol, milagrosamente habia conquistado el sol y estaba tranquilo en saber que no murió incinerado por el astro rey que después reaccionó y lo abrazo fuertemente...

Dos soledades - YoriiSumi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora