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Comenzó la tormenta invernal, era imposible poder salir incluso a cazar animales y eso no estaba bien ya que Sumiyoshi pronto necesitaría alimentarse de carne y sangre y si está la tormenta se complica todo así que el samurai debe pensar en alguna alternativa para alimentar al demonio antes de que enloquezca por la necesidad de alimento, el dejo al joven dormir asi aprovecho para preguntar si no tenia animales muertos...si, fue tan directa la pregunta que el dueño del hostal solo se quedo callado por un momento sin decir nada, el joven despertó asi comenzaba a tener hambre así buscaba a su compañero pero no lo veía en ninguna parte así que mejor se quedó sentado a esperar pero su ansiedad empezaba así daba vueltas y vueltas, olía a muchos humanos que despertaban su hambre así al momento de que un humano se acercaba a la habitación empezó a gruñir tanto de hambre como de forma territorial y estaba listo para atacar así en cuanto abrieron la puerta se abalanzó hacia una señorita que con sus fuerzas luchaba así en ese momento Yoriichi llegó que con su katana alejo a Sumiyoshi que estaba babeando por comerla, su ira era demasiado notable y forcejeaba con el samurai en librarse del agarre así ambos entraron a la habitación y le dió a Sumiyoshi una gallina que este no tuvo compasión con aquel animal que la masacro sin dejar absolutamente nada, obviamente tenían que retirarse de ahí por el incidente que hizo Sumiyoshi al no estar controlado que rápidamente lo tomo así ambos salieron del pueblo antes de que la gente se reuna y le vaya hacer algo, al salir de la prefectura de Kanagawa se dispusieron a ir otro lado, ambos no decian nada pero el joven estaba muerto de vergüenza y miedo por lo que probablemente se hubiera convertido en una tragedia así Yoriichi se detuvo en seco y sin previo aviso saco su katana y lo corto, Sumiyoshi solo acepto su destino pero comenzó a caerle agua en su cabeza que se dió cuenta que había cortado un pedazo de Bambú en cuanto levantó la mirada...

- Perdóname si te pongo esto pero es para que no corras peligro y las personas tampoco corran peligro...cuando estamos cerca de un pueblo te lo tendrás que poner, Si?- dijo poniéndole un bambú en su boca

-Perdóname...por favor perdóname- Dijo suplicante

El samurai vio como Sumiyoshi se puso enfrente suyo así haciendo el ritual de disculpas que rápidamente lo levanto y lo cargo como si se tratase de una mujer, Yoriichi pudo ver con mucha atención que aquellos ojos rojos lo invitaban a hacer algo en contra de la voluntad del joven, después de casi 10 largos años tras la muerte de Uta por primera vez sentía algo y no solo era un sentimiento sino también un deseo que rápidamente bajo al chico demonio y el siguió adelante, Sumiyoshi no entendía que habia pasado pero realmente era un nuevo sentimiento como demonio pero ya conocido como humano que ahora los roles se van a invertir en como un demonio puede experimentar sentimientos conocidos por el hombre y desconocidos para su nuevo el, el a veces no opinaba si estaba bien o estaba mal porque la sencilla razón es que no tiene mucho que hablar si a su lado va el hombre que lo dejo vivir como a Tamayo prácticamente sin ninguna misión pero sabía que más adelante hará cosas que van a ser recordadas, en las noches se desataban las batallas contra los demonios y solo el joven miraba cada uno de los movimientos de Yoriichi al usar el aliento solar y al observarlos los imitaba sin saber que el mismo hacía sus técnicas de sangre, había sido así por un tiempo hasta que comenzó el primer mes del nuevo año del período Sengoku, era el año 1478 cuando apenas comenzaba el segundo período así como todo hay cambios importantes, la vida era tranquila en ese momento y Yoriichi juntos a Sumiyoshi lo sabían debido a la poca movilización social y el nuevo régimen de quien gobernaba el imperio japonés, uno reinaba de día y otro por la noche que era una verdadera desgracia para Yoriichi tener que seguir los pasos donde dejaba el rey demonio, estaban en Tokyo asi la vida era otra, más acelerada y más urbanizada ya que era la capital de todo ese gran país y como las personas vivían en esta prefectura sus ropas eran muy diferentes a la que llevaba Sumiyoshi siendo el parte de esa población que vive en los campos y trabajan arduamente para llevar la comida del día que eso lo hacía ponerse incómodo por las miradas y las personas que pasaban susurrando diciendo mal de ese aspecto de campesino, probablemente el si fuera humano se sentiría mal por ese tipo de comentarios pero al ser un comehombres su carácter cambio ligeramente a uno serio y callado cosa que Yoriichi resentia demasiado ya que lo conoció siendo amable, alegre y hablador que a veces decía cosas sin sentido y eso hacia único al joven carbonero y que sabía que no iba a volver a ser el mismo de antes...

Dos soledades - YoriiSumi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora