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Periodo Sengoku - 1479

Nuevamente se presentaba el invierno recordando lo que pasaba pero está vez no estaba solo ya que Yoriichi lo protegía y cuidaba de el muy bien que no dejaba que ningún extraño se le acercará a Sumiyoshi que al joven demonio le parecía muy divertido verlo así pero aún así cada noche trataba de darle su recompensa pero aún así ellos eran una hermosa pareja y pronto una hermosa familia, los fríos empezaban a ausentarse asi mismo Haku iba con el para prepararlo mentalmente al parto, el joven no sentía miedo pues sabia que era el dolor más fuerte que podían experimentar las mujeres pero le agradecía demasiado a Haku por sus cuidados, comenzaba marzo y se empezaba a sentir los aires de la primavera nuevamente que la nieve comenzaba a derretirse de la fría helada que hubo esta temporada que las animales también salían de su invernación, el joven tejia unas pequeñas prendas para su hijo así cantaba una canción que sería la de cuna para las siguientes generaciones, así si barriga se notaba un poco más que sentía los movimientos de su bebé en su interior y solo acariciaba con una dulce sonrisa y el rojo de sus mejillas, el embarazo lo hizo verse muy hermoso y ser el más lindo del pueblo, Haku trajo unas cosas para el joven Sumiyoshi asi este la ayudaba ya que debía quedarse para el próximo parto de él que sería en estos días del mes que entra y eso no molestaba a Sumiyoshi porque sabía que no iba a poder solo con ese trabajo y más si Yoriichi le pidió de favor a ella que se quedara en casa y que le cobrará lo que le tenía que cobrar pero que se quedará con el, Sumiyoshi sabía que era muy protector su pareja pero no iba a decir nada contradictorio...

- Muy bien...¿Estás listo para tu parto?- dijo la partera

- Estoy nervioso...- dijo el acunando su vientre

- Es muy normal... eres una persona primeriza y claro que estás nervioso y posiblemente asustado pero no tienes porque...es la ley de la vida y ese bebé es un milagro y debes estar muy contento, Sumi- dijo Haku con una dulce voz

- Tiene razón...mi bebé es una bendición para Yoriichi-san y para mi- Sonrie

Haku estaba muy convencida de que Sumiyoshi sería "una excelente madre", estaba anocheciendo así que Yoriichi regreso de vender carbón, todo paso tranquilo incluso comieron pescado en salsa de miso para la cena, sumi daba demasiadas vueltas y comenzó a gruñir que también estaba sudando asi Yoriichi noto eso que despertó de golpe y llamo a Haku, ella escucho eso y fue auxiliar al joven en lo que le dolía y fue en ese momento que debían prepararse porque el joven había entrado en labor de parto, ella trajo todo lo necesario mientras el samurai consolaba a su pareja del dolor que sentía y vaya que Sumiyoshi se equivocó en decir que no sentiría dolor, era un dolor indescriptible porque sentía que le desgarraban desde adentro así que Haku regreso y empezó a decirle a sumi que comenzará a pujar, el joven demonio se aferraba al joven samurai asi el le tomaba la mano para que se pudiera apoyar de algo, la luz de las velas ayudaban a iluminar todo el cuarto mientras aquel joven daba a luz a su bebé que todavía no salía, "vamos Sumiyoshi...tu puedes...sientes dolor pero después se volverá en un amor para toda tu vida" decia Haku para darle ánimos asi Sumiyoshi con todas sus fuerzas pujaba para que naciera su bebé y después de horas al fin se escuchaba un llanto tan lindo y hermoso que pudo respirar sumi así empezaba amanecer que Haku chuleaba al bebé de ellos, había nacido un niño de cabello rojo con una piel clara y una extraña marca en su frente asi Haku se alegro porque era un niño bendecido por el Dios del fuego, Yoriichi recostó a su pareja así el miraba a la partera envolviendo al bebé en sabanas limpias y se lo dio para que lo cargará, al sentir el frágil cuerpo de su hijo no pudo evitar llorar de alegría así el le mostró a Sumiyoshi quien exhausto lo vio y también lloraba de ver a su hijo ser un humano, le rogaba mucho a los dioses de que naciera siendo un humano y se lo cumplieron ahora debían encargarse de enseñarle la respiración solar como una danza para las futuras generaciones de ellos, sumi cayó en un sueño profundo que Yoriichi se encargó de cuidar a su hijo primogénito de la familia Kamado...

Dos soledades - YoriiSumi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora