Capítulo 2: asamblea celestial

3.2K 287 107
                                    

Capítulo 2: asamblea celestial y la verdad.

===============

Eva se miraba a sí misma con un nuevo atiendo, Lute estaba sentada en una silla, observándola con algo de aburrimiento. Han estado en tiendas de ropa durante horas por la Segunda Mujer, probando vestidos, ropa interior, lencerías calientes; según ella, quería impresionar a su esposo.

Como si no fuera suficiente que Adán no le importase la ropa que use, porque él siempre la amara sin importar que. Si una ángel toma la forma de la mujer más bella del cielo o la Tierra, Adán nunca le dará una mirada de lujuria, porque siempre eligiera a Eva como lo más hermoso que ha visto sus ojos.

A veces, Lute no comprendía porque su maestro le sigue gustando a la Segunda Mujer, o como ésta se ha ganado un buen marido, y siendo uno de los más guapos.

Envidiaba eso de ella.

—¿Cómo me veo? ¿Esto no me hace ver gorda? —pregunto Eva con dudas, viendo su trasero en el espejo.

—Se ve bien, mi señora —contesto Lute con su típico tono neutral—. De seguro Adán ya debe estar esperándola.

—¡Oh, si! ¡Mi amorcito debe extrañar a su costillita! —exclamo la segunda mujer, sonriendo detrás de la máscara, imaginando como su esposo la esta esperando en la casa, desnudo y con una sonrisa coqueta—. Pero antes, vayamos a comer algo. Y Lute, por favor, no hace falta que utilices ese traje todo el tiempo —dijo, señalando el traje de exterminador que Lute tenía puesta—. Si sigues así, no conseguirás un marido como el mío.

Lute suspiro pesadamente, se abstuvo de llevarle la contraria a su jefa, no la odiaba, pero hay veces que la irrita con ese tipo comentarios cuando están a solas.

Ambas féminas pasaron por un restaurante de comida rápida, si, en el cielo existe la comida rápida gracias a que una de las almas humanas propuso la idea a la corte suprema, aunque, por supuesto, habían reglas que seguir. Aunque no exista la obesidad en el cielo, no querían que la gente dependa de comida chatarra.

Luego de comer, las dos se dispusieron a caminar, pero en el camino se toparon con San Pedro guiando a Charlie y a.

Eva escupió de su bebida, en shock, señaló a esas dos—. ¡¿Que hacen aquí?! Espera, ¿Esa no es Vagina?

Vaggie, mi señora, y tal parece que vinieron para... ya sabe.

—¡Otra vez intenta detener el Exte-.!

Antes que Eva terminará su oración, Lute la silencia rápidamente—. Recuerde, mi señora, nadie debe.

Empujando la mano de Lute de su boca, Eva completa el aviso—. Si, si, nadie debe saber del Exterminio.

Debemos pensar en algo, supongo que ella quiere apelar a la corté suprema, Sera y Emily la están acompañando con San Pedro hacia el  tribunal.

Eva se lleva una mano en el mentón, pensando en algo. Unos segundos después, viendo a la exterminadora traidora, ella sonríe—. Tengo a alguien que nos puede apoyar, Lute, llama a.

La mujer se acerca a su lugarteniente con una sonrisa maliciosa, susurrándole en el oído.

[...]

Adán, lo que tuvo que ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora