MOMENTOS FURTIVOS (TEMPORADA 3)

3x08 Afortunado

"Cuando una mujer le cuenta a un hombre acerca de sus sentimientos, no quiere que la corrija. Quiere que él se calle y la escuche"

(Emily a Derek)

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Derek miró de reojo a su izquierda al notar la presencia de Emily junto a él.

— La espera es siempre lo peor, ¿no crees?— Dijo ella a modo de saludo.

Eso era exactamente lo que estaban haciendo bajo aquel cielo nocturno de Florida. Hotch y Reid habían viajado hasta el Instituto Mental Hazelwood, a 112 kilómetros de allí, con la esperanza de encontrar alguna pista que los ayudara a identificar al sudes y así dar con el paradero de Tracey Lambert.

— No tardaremos en recibir una llamada.

Emily se apoyó de espaldas contra la pared, compartiendo el frío del ladrillo de la Comisaría de Bridgewater con Morgan.

— ¿Estás bien? Parecías bastante impresionado después de encontrar el cadáver en la iglesia.

Había dejado caer la pregunta como si hubiera sido casual. En realidad, Emily había notado la incomodidad de Morgan desde el principio del caso. Ya antes de aterrizar, había tenido un momento tenso con Reid a raíz de una afirmación de éste sobre sus creencias religiosas.

Por un momento temió que Derek reaccionara del mismo modo con ella.

— Sentí algo extraño allí dentro...— Confesó Morgan después de meditar su respuesta. Para Emily era evidente el esfuerzo que le suponía hablar de aquel tema, y aun así había decidido confiar en ella— ¿Sabes? Algo maligno... — Divagó sin atreverse a mirarla— No tiene sentido...

Emily notó que estaba avergonzado. Por supuesto, no había motivo alguno para que lo estuviera, pero era Derek Morgan, y no podría convencerlo de lo contrario.

— La sugestión suele ser una buena explicación en estos casos...

Para alguien tan escéptico como Emily, no había otra justificación posible.

— Está bien...— Continuó Morgan, arrepintiéndose de su declaración espontánea, que ahora más que nunca parecía más absurda— Supongo que sueno como si hubiera perdido el juicio. Tú siempre lo racionalizas todo.

Ella le dirigió una mirada fugaz, evaluando su expresión.

— No estoy segura de si debo ofenderme por eso...— Dijo esbozando una sonrisa que indicaba que realmente no estaba ofendida, sólo un poco herida por el hecho de que él la considerara tan fría. Quizás fue eso lo que la animó a revelar algo más de sí misma— En cualquier caso, sé lo que es una crisis de fe... Y comprendo qué es sentir que nadie te escucha ahí arriba— Añadió alzando la vista al cielo.

Aquella confesión llamó la atención de Morgan. Su cuerpo se balanceó contra la pared y se colocó de perfil, estudiándola con más detenimiento.

— ¿Por experiencia? No te tomaba por una persona creyente.

Emily captó la sorpresa en su voz, y sonrió para sí misma antes de ahondar en su propia historia personal. Su infancia parecía ahora muy lejana, como si hubiera sido otra persona la que hubiera experimentado las vivencias que habían forjado su personalidad adulta.

— Supongo que una vez lo fui...— Un suspiro hondo pausó su relato, y luego se volvió hacia él, enfrentando sus ojos intrigados— Y como tú, dejé de ir a la iglesia... Al principio estaba resentida, pero hubo un momento en el que simplemente me resultó más sencillo pensar que realmente no había nadie todopoderoso en quien creer... — Bajó la vista al suelo un instante y luego capturó de nuevo su mirada. Morgan la escuchaba atentamente, al parecer, no tenía intención de interrumpirla, gesto que agradecía enormemente— Eso lo simplificó... No puedes guardar rencor a alguien que no existe....